El primer móvil plegable

Tras semanas de espera y rumores, finalmente Samsung ha presentado el Galaxy Fold, «una nueva categoría» de smartphone.

Es cierto que en el mercado ya existe un móvil plegable (el Royole FlexPai), pero Samsung es el primero de los grandes que lanza un dispositivo de este estilo, el Galaxy Fold. En la presentación, Justin Denison, general manager de Samsung, habló de una nueva categoría de smartphones con la llegada de los dispositivos plegables. Y acierta. La tecnología necesaria para ello se basa en bisagras ocultas, engranajes entrelazados y en una pantalla un 50% más delgada de lo habitual. En modo «bolsillo» tiene un tamaño de 4,6 pulgadas que al desplegarse, alcanzan las 7,3 pulgadas. No es una tablet, es obvio, pero tampoco es un phablet y menos un teléfono al uso.

Una de las grandes incógnitas era la batería: si se pliega, ¿cómo se alimenta un monstruo como este? La respuesta de Samsung fue renunciar a una batería e inclinase por dos que entre ambas suman 4.380 mAh. Dependiendo del mercado, llevará un procesador Snapdragon 855 o un Exynos 9820.

Todavía no tenemos las dimensiones que alcanza una vez plegado, pero a juzgar por lo que se veía, parece un poco más ancho que dos móviles uno encima del otro y pesa unos 200 gramos (el S10+ no llega a los 160 gramos). Tanto en su estado «mini» como en modo «alas extendidas», la pantalla puede dividirse en tres permitiendo realizar varias tareas al mismo tiempo, como ver un vídeo, chatear y hacer búsquedas en la web. La presentación también mostraba que no hay demora cuando el contenido audiovisual pasa de modo plegado a pantalla completa.

Y luego están las cámaras. Si cinco nos parecían muchas, el Galaxy Fold sube la apuesta y lleva seis, más por razones de diseño que por mayores prestaciones. En modo plegado, las dos frontales desaparecen y “necesita” mantener una para selfie. Mención aparte es la lente ultra gran angular que permite obtener imágenes que parecen hechas en modo panorámico.

El sensor de huellas está en el lateral y, por supuesto, integra Bixby, el asistente virtual propio de la compañía en un novedoso español.

Claro que todo ello habría que comprobarlo. Y hasta que no tengamos uno, cosa que ocurrirá a finales de abril, mucho no podemos decir. Sobre el papel y en principio tiene una apariencia interesante. Lo relevante de la presentación es que se inicia una nueva era. En una década veremos al Galaxy Fold como hoy vemos a un Nokia 8810. Pero ahora mismo, teniendo en cuenta que, según Ofcom, el 60% de las personas ven contenido audiovisual en una pantalla portátil, es obvio a quién va destinado.

A su favor tiene una pantalla de altísima calidad, la versatilidad de desplegarse y un sonido preparado para sacarle partido. También entra en lo positivo su procesador, muy útil para quienes quieran usarlo para videojuegos y la disponibilidad de cámaras en todos sus modos y una capacidad de multitareas fluida.

En el lado del «veremos» está también su pantalla. Se le pueden haber realizado muchos test de resistencia, a ella y a los engranajes y mecanismos de plegado, pero no sabemos cuánto tiempo resistirán y si se pueden producir grietas por el uso constante.

El Galaxy Fold es un experimento muy interesante y definitorio en muchos sentidos, pero aún no sabemos cuál es la mejor opción de plegado y cada casa explorará el suyo, porque la realidad es que los «smartfolds» serán un nicho muy buscado en los próximos años, pero esto acaba de comenzar y tiene mucho que demostrar todavía. Y nos queda un largo camino por recorrer.