Anna Grau, escritora

A los independentistas de discurso único les escuece la pluralidad

La periodista recopila en el informe «Del oasis al gulag catalán » los ataques contra la Prensa

En el resto de España somos relativamente ajenos a la deriva independentista que sufre Cataluña desde hace ya unos años. Si en algunos casos los enfrentamientos políticos, los discursos grandilocuentes o los choques por el bilingüismo han centrado los titulares de los medios, las ramificaciones son interminables e igual de flagrantes. La periodista Anna Grau lanza un grito de auxilio para advertir que existe una «cacería política contra la libertad de Prensa en Cataluña que se intenta expandir al resto de España», como demuestra su informe «Del oasis al gulag catalán».

«Lo que intento es llamar la atención sobre que esto es algo que ocurre hace tiempo y en Cataluña ha llegado a unos extremos ya bastantes sofocantes», explica a LA RAZÓN Anna Grau sobre la ausencia de pluralidad informativa. Su obra presenta el contexto por el que en 2009 la Prensa catalana «amaneció marcando el paso de un editorial único». La periodista invita «a la gente a una razonamiento elemental: a ver si les parece normal que absolutamente todos los periodistas en Cataluña sean pro separatistas». El independentismo se aprovecha en la actualidad, según Grau, «de un momento de gran precariedad de la profesión, donde la gente tiene mucho miedo, porque muchos somos autónomos o falsos autónomos, y si alguien te echa de dos o tres sitios puedes tener problemas para llegar a final de mes». Hablamos de ataques a periodistas que son para ella «democráticamente inaceptables» y que van «contra la pluralidad informativa». Aunque lo más grave es que «ponen a muchos en un disparadero donde es casi imposible hacer tu trabajo con normalidad».

«La línea entre el fanatismo espontáneo y el orquestado es a veces muy fina», escribe Grau, y ella misma ha sentido lo organizado como un ataque: «Es mucha casualidad que el señor Jair Domínguez te llame borracha, y 17.000 señores, que no sabes quiénes son y que entras en su cuenta y tienen 3 seguidores, te llamen borracha también. No creo que tenga tanta telepatía». Y las personalidades que «participan» arrojan nombres como Bea Talegón o Albano Dante Fachín, «que parece mentira que un ex diputado no encontrara otra tarea a la que dedicarse». En resumen, ataques organizados que «persiguen amedrentar a los profesionales». Cualquier aclaración es poca: «Esto que denuncio aquí no es un pique político entre periodistas que piensan blanco o negro, no. Es un pique para que no haya diálogo, para que no haya libertad. O sea, es una exigencia de que quien no esté de acuerdo con ciertas cosas, pues que no hable, no salga por la tele, no pueda escribir, no pueda trabajar. Y se busca su muerte profesional y civil».

Buscando las cosquillas al independentismo, cree que «cuanto más radicalizada está una opinión, más intolerante se vuelve contra las opiniones ajenas», y en Cataluña «esta gente ha construido un discurso bastante único al que se han acostumbrado y la pluralidad les escuece».Grau, que reconoce que viene del catalanismo y del que salió «asqueada», exige que «se blinde la profesión», que «el fanatismo no se cura con más, sino con mucha firmeza en la defensa de la pluralidad».

«Cerda, asquerosa» y otros insultos por internet
Acostumbrada a navegar y usar las redes sociales, Anna Grau debe lidiar diariamente con trolls y bots y tiene mucho que aguantar. «Que te llamen puta, borracha, cerda, asquerosa. Ojalá te mueras. Vete de Cataluña», son algunas de las perlas que describe en su informe. Incluso le ha pasado factura profesionalmente: la presión acabó por llegar a sus jefes y o bien la han acabado echando o se ha ido ella por el ambiente laboral que generaban a su alrededor en el lugar de trabajo.