Canal Historia

Mentiras y asesinatos para ocultar la vida sexual de Hitler

La serie documental desgrana su vida para entender su relación con las mujeres y los desencadenantes de su personalidad

HITLER BRAUN
HITLER BRAUN(AP Photo /HO)Agencia AP

Quizá el personaje de Adolf Hitler sea el más diseccionado de la Historia. La humanidad necesita entender qué fue lo que convirtió a un chico acomplejado en uno de los peores dictadores del mundo. Su familia, sus orígenes, sus frustraciones y su dispersa vida sexual podrían estar detrás de los trastornos que le llevaron a una ira y una crueldad sin precedentes. En esa línea de investigación trabaja la serie documental de cuatro episodios «Los secretos sexuales de Hitler», que estrena hoy el Canal Historia en exclusiva a las 22:55 horas. En él, diversos especialistas unen las piezas del rompecabezas de la sexualidad del Führer.

¿Onanista y voyeur?

Si gracias a las distintas investigaciones sabemos que el régimen nazi tenía mucho de fachada, la personalidad asociada a él de Adolf Hitler no lo era menos. A lo largo de las cuatro entregas, veremos pruebas de como «sus problemas de salud, inseguridades, incestos, complejos sexuales, fetichismo y adicción a las drogas influyeron en sus comportamientos». La serie centra sus esfuerzos narrativos en su ideal del cuerpo perfecto en el primer capítulo, que a modo de introducción general nos presenta a un hombre intachable, sin problemas de salud y que no consumía alcohol ni carne. Norman Ohler, autor de «El gran delirio. Hitler, drogas y el Tercer Reich», explica que «el partido creó una parte importante del mito alrededor de Hitler», mientras que Robert M. Kaplan, profesor asociado de Psiquiatría forense, desvela que en realidad, «tuvo numerosas dolencias leves relacionadas con el estómago, erupciones cutáneas y flatulencias explosivas». En el informe realizado por el ejército americano al finalizar la guerra contabilizaron que el dictador consumía, al menos, «82 medicamentos» recetados por su médico, Theodor Morell.

La contextualización de su infancia, en el segundo capítulo, explicaría su comportamiento por la no relación con un padre, que le golpeaba, y una madre a la que se aferró con demasiada fuerza, y cuya muerte le trastornó para siempre y le convirtió en un joven «terco y arrogante». También relatan en este episodio los testimonios de algunos compañeros del ejército astrohúngaro. Según el Profesor Lloyd Clark, director del instituto investigación humanístico de la Universidad de Buckingham, «Hitler era la comidilla, porque según Ernst Hanfstaengl, amigo y compañero del Führer, los soldados le gastaban bromas de índole sexual cuando se dieron cuenta de que tenía los genitales anormalmente desarrollados». La teoría soviética que apuntaba a que sólo tenía un testículo parece corresponder con el informe de la cárcel de Landsberg , donde Hitler pasó 264 días tras el Putsch de Múnich.

En el tercer episodio, Amantes suicidas», se narra como cuatro mujeres en la vida de Hitler sufrieron la persecución del Führer, y «solo vieron una salida a la relación. Entre ellas, su amada sobrina, que se quitó la vida, y una estrella de cine alemana a la que vio precipitarse desde un balcón». En la última entrega, «Clasificado X», se cuenta con detalle como Adolf Hitler «tuvo una vida sexual atípica que trató de mantener oculta. Se decía que era homosexual, onanista empedernido, voyeur y practicante de sadomasoquismo con mujeres. El programa desvela los secretos que el Führer intentó esconder por medio de la mentira o incluso el asesinato».