Concurso
Así es la fórmula del imparable éxito de «Pasapalabra»
Uno de los secretos de su liderazgo está en sus guionistas: «Soñamos con preguntas»
Como uno más de la familia el rosco se ha colado para instalarse en los hogares de millones de espectadores que han quedado conquistados por la magia y emoción que desprenden los concursantes de «Pasapalabra» como Pablo Díaz. Más allá de la adictiva ilusión que despierta el rosco y el bote que acumula, el concurso gana cada día más adeptos por entretener durante una hora de televisión, con pruebas variadas y que permiten la participación del espectador. Para que estas pruebas mantengan una calidad excepcional trabaja el equipo de guionistas coordinado por Borja Pérez. Además el encomiable trabajo de Roberto Leal, cámaras, gestión de invitados o sonido la formulación de las preguntas y palabras de cada prueba resulta un factor clave en el éxito del programa. Así, el concurso de Antena 3 se ha convertido en una de las grandes referencias del entretenimiento de nuestro país, alcanzando cuotas históricas que a día de hoy superan el 25% de la pantalla. De esta forma, el programa acumula un crecimiento constante, un mes tras otro en el último año natural, mientras crece también en número de espectadores y en cada franja de audiencia.
Para saber cómo se trabaja en esta fábrica de palabras hablamos con Borja Pérez (coordinador de guion), quien se considera un privilegiado «por aprender cada día mientras ejerzo mi trabajo». Él y su equipo de cuatro guionistas son los encargados de ponérselo difícil a Pablo y Javier devorando Internet y cualquier revista periódico o diccionario que pase por sus manos. Pero este consumo compulsivo de palabras trae ventajas nada despreciables: «Cuando juego al Trivial con mis amigos me doy cuenta de todo lo que aprendo gracias al programa», se ríe Borja. Pero también reconoce sentir el miedo de transformarse en el típico pedante que habla como en el siglo XVII: «A veces siento que me he convertido en aquel que te corrige si dices líbido en vez de libido».
Aunque comparten muchos momentos juntos, reconoce que el trabajo de Roberto Leal no depende de su departamento. «Al principio le ayudamos un poco a adaptarse al formato, pero ya va completamente solo. Es un placer trabajar con él. Le ha aportado un sello muy especial al programa, fresco y agradable». Por si esto fuese poco Borja asegura que «es un presentador que se preocupa para que luzca mucho más nuestro trabajo». El propio Roberto Leal comparte esta satisfacción con sus compañeros: «Además de hablar rápido he aprendido que una vez más se demuestra que cuando un equipo está bien engrasado, tiene buen rollo y se comportan como una familia eso atraviesa la pantalla. El secreto de que un programa funcione en audiencia tiene mucho que ver con la relación que hay entre los compañeros. Espero poder seguir disfrutando de ellos mucho tiempo más»
Pero Borja a la vez reconoce haber hecho de su profesión una pequeña obsesión: «Es una locura, muchos días sueño con palabras. Veo posibles preguntas por todos lados. Cuando voy en el coche y leo un letrero me imagino hasta sopas de letras», se ríe el coordinador de guionistas. Una de sus misiones consiste en buscar la palabra perfecta, aquella que reúna los ingredientes necesarios para ser atractiva para el rosco o alguna de las pruebas. «Me encantan las palabras que designan acciones que conoces, como esa rodaja de limón que te ponen en los refrescos y que se denomina luquete. Me parecen las preguntas perfectas porque el espectador aprende». Su profesionalidad llega hasta tal punto que incluso tiene palabras favoritas: «Me encantan la C y la M, aunque en parte es porque hay más palabras que empiecen por ellas».
Entre una de los principios de todo guionista de «Pasapalabra» está la ilusión de que alguno de los concursantes se lleve el bote con una palabra suya. «Me encantaría. Este bote lleva acumulado tanta expectación que esa palabra va a entrar en la historia del programa y en la memoria colectiva de un país entero».
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