Estreno

«Mood», el precio de querer ser una nueva «Spice Girl»

AMC+ estrena hoy la serie británica, de seis capítulos, sobre un proyecto de cantante que busca dejar atrás su complicado pasado

SASHA (NICÔLE LECKY) - Mood
SASHA (NICÔLE LECKY) - MoodNatalie Seery/BBC Studios/Bonafide Films

El balance de la ficción de 2022 se resume en la consagración de grandes personajes femeninos, como el de la serie «Euphoria» o producciones como «Perni», «Las de la última fila» o «Alma». Pero para redondear este fenómeno AMC+ se guardaba para el último trimestre del año la serie «Mood», una de las series británicas del curso.

«Mood» narra la frustración que están despertando las redes sociales y el mundo de las apariencias entre toda una generación. La protagonista persigue desde niña su sueño de ser cantante, recibiendo para ello clases de piano y canto. Sin embargo, a pesar de la inversión y el sustento económico de su madre, el resto del contexto social no ayuda. Su madre ha formado una nueva familia en la que ella no se siente acogida, incluso a veces parece ser una carga para el resto. Todos desean que se emancipe. La situación cada vez es más tensa con la nueva pareja de su madre, quien la ve como una consentida malcriada.

La serie también refleja la realidad de los barrios y suburbios británicos más allá del emblemático epicentro londinense. Sus hábitos insalubres, amistades poco recomendables y una relación tóxica frenan su crecimiento personal. Por si fuera poco, esta delicada realidad choca con el irrefrenable carácter fantasioso y soñador de la protagonista, cuyas expectativas no tienen techo.

Gracias a un contacto Sasha se acercará al mundo de las influencer y los focos, a través de eventos en los que siente que no encaja. A pesar de estar rodeada de gente a la que admira, se siente más abandonada que nunca. Su sitio en el mundo no parece estar donde ella soñaba. Cuando ella imaginaba su futuro desde su habitación, no esperaba que la realidad de las divas fuese tan distinta a la imagen que trasladan las redes.

Uno de los factores que más afecta al equilibrio de Sasha son sus relaciones personales, especialmente con su expareja y con su madre. Antón se ha ido de su vida, afortunadamente, aunque ella aún no lo sepa. Sasha arrastrará al principio las inseguridades que deja toda relación tóxica, como la dependencia o la sensación de abandono, pero a través de la música encontrará el verdadero mensaje que le hará volver a creer en sí misma. Sus canciones son su mejor terapia. Tanto es así, que la protagonista decide invertir todos sus ahorros en el proyecto de un EP, que nunca llega a terminar. Sasha es de las que suele abandonar los planes a medias.

No menos compleja es la relación con su madre. Mientras ella siente que su madre se está alejando de ella, ella piensa que Sasha nunca le ha agradecido el esfuerzo que ha hecho para que pueda cumplir su sueño, dándole la mejor formación musical posible. La realidad es que nadie en su casa ha creído nunca en su talento y entienden su vocación musical como un mero capricho infantil.

Esta divertida y conmovedora historia está basada en la obra de teatro, que también dio lugar a una novela y fue aclamada por la crítica, «Superhoe» de la creadora y protagonista Nicôle Lecky. Ahora la actriz británica abandona la pluma para recuperar su carrera como actriz, la que le condujo a producciones como «Sense8». Cada vez son más las creadoras que alternan funciones tanto delante como detrás de las cámaras, sobre todo si es para contar historias auténticas y comprometidas.

La serie está repartida en seis episodios con estrenos semanales cada jueves y tiene en el reparto a Jordan Duvigneau («Homeland»), Jorden Myrie («Screw») y Mohammed Dalmar. La dirección está a cargo de Dawn Shadtrof y Stroma Cairns y la producción de Lisa Walters.