Estreno

«Controlando a Britney Spears»: el infierno de una tutela

►AMC Crime estrena hoy en exclusiva este segundo documental con hallazgos de «The New York Times»

Jamie Spears y Britney Spears
Jamie Spears y Britney SpearslarazonAgencia AP

La sensación con Britney Spears es que siempre ha estado ahí. Desde que lanzó «Baby One More Time» en 1999 su música suena en nuestras cabezas mientras los titulares de la rubia de América se fueron enturbiando con el paso del tiempo. La fama, las amistades y los malos hábitos acabaron con su estabilidad mental y física en 2008, lo que provocó que un juzgado le asignase su tutela a su padre Jamie Spears. Todo pareció indicar durante los 13 años que duró el mandato judicial, que Britney se enderezaba, grababa discos, hacía giras y conciertos y parecía contenta... hasta que habló... «The New York Times» reveló el 22 de junio de 2021 que Spears había intentado en numerosas ocasiones poner fin a su tutela, que calificaba de «abusiva» y confesar que aunque decía que era feliz, no era cierto. Nacía #FreeBritney y se estrenó «Framing Britney Spears», documental nominado a un Emmy dirigido por Samantha Stark. AMC Crime estrena hoy en exclusiva «Controlando a Britney Spears», la segunda parte sobre el trasfondo oscuro de la tutela.

«El primer documental trataba de la forma en que la cultura trataba a Britney, y de cómo se podía ver que eso conducía a la tutela a la que estaba sometida, a lo que se llama tutela en la mayoría de los lugares. Y el segundo documental es realmente sobre lo que sucedió detrás de las escenas. Y Britney habló a la corte el año pasado en junio, y ella realmente dijo un montón de cosas», le explica a LA RAZÓN Samantha Stark. Según la directora, las palabras de la estrella del pop sobre el trato abusivo que suponía la tutela llegó hasta el punto de que « se sentía como si estuvieran traficando con ella. Dijo que la obligaban a actuar contra su voluntad, a tomar litio contra su voluntad. Dijo que se sentía como si estuviera atrapada en un centro de salud mental y no pudiera salir». El punto de partida era obvio para esta segunda parte, pero el secreto es que, como relata Stark, «hemos tenido personas que se acercan a nosotros diciendo, tengo más información. Quiero profundizar». Así «Controlando a Britney Spears», a través de una serie de entrevistas exclusivas realizadas a personas de su círculo más cercano que tenían un conocimiento íntimo de su vida bajo tutela, revela la extrema vigilancia a la que Britney fue sometida durante 13 años. La producción saca a la luz como el padre de la artista y la empresa de seguridad contratada para protegerla vigilaban sus comunicaciones y captaban en secreto grabaciones de audio de su dormitorio, llegando a utilizar un aparato para monitorizar sus movimientos

Pero con un historial de salidas de tono y desvaríos, Stark afirma que Britney tuvo miedo de hablar: «La gente se burlaba de ella y la no la creía. Así que tuvimos a estos denunciantes que dicen ‘’tengo pruebas’'». Uno de los relatos más reveladores es el del ex empleado de seguridad de Spears, Alex Vlasov, «que dijo que actuaban como guardias de la prisión para ella. Vimos que hacían un espejo de su teléfono móvil, tomaban capturas de pantalla de las personas con las que se relacionaba, incluido su propio abogado, y ponían un dispositivo de grabación en su casa». Pero no sólo era su padre, todo su alrededor fue tóxico esos 13 años: «el equipo de gestión, los abogados que estaban haciendo un montón de dinero de Britney también. El documental está de plena actualidad porque Spears vuelve al candelero por juicios en los que lo que se muestra en la pieza de Stark es motivo de cruce de acusaciones: «El documental arrojó luz sobre este sistema de tutela que tenemos. Ahora consiguió un nuevo abogado que citó las pruebas de mucho de lo que descubrimos. Interesante pensar que nuestro periodismo podría realmente cambiar las cosas». La directora no descarta una tercera entrega con la estrella: «Llámame, Britney».