laSexta
Las grandes mentes creen en un futuro sostenible
José María Álvarez-Pallete y Steve Wozniak protagonizaron ayer una de las conversaciones estrella del congreso organizado por laSexta «Metafuturo»
Tras cuatro enriquecedoras jornadas Atresmedia y laSexta clausuraban ayer el «Congreso Metafuturo Internacional» en el Ateneo de Madrid. Después de contar con protagonistas de la política como el Alcalde de Madrid Martínez-Almeida, Yolanda Díaz y Teresa Ribera o de empresas como Samsung o Cepsa, ayer fue el turno de los invitados internacionales reservados para cerrar por todo lo alto. Pero también fue la ocasión para hacer balance de toda la semana, por parte del Consejero Delegado de Atresmedia Javier Bardají. En su discurso compartió el orgullo de todo el grupo por «haber colaborado para frenar la ‘futurofobia’, arrojando luz sobre un horizonte que es incierto pero fascinante». También deslizó las líneas maestras de lo que debe ser una «televisión sostenible», haciendo uso de uno de los conceptos estrella de este congreso: «La televisión de hoy debe ayudar a desmontar ‘fake news’, fomentar la diversidad y dar voz a las minorías». De esta forma, el grupo líder de la televisión volvió a dejar claro «su compromiso con la verdad y los espectadores». Como mensaje para aquellos que ya creen que es demasiado tarde para el cambio y que han perdido la fe en un mundo sostenible, Bardají reafirmó que «estamos a tiempo de ser los mejores antepasados para las próximas generaciones».
El cofundador de Apple Steve Wozniak recurrió a su privilegiada experiencia en el mundo de la tecnología para advertir de sus amenazas de cara al futuro y el nuevo paradigma empresarial. Para él resulta imprescindible que «las empresas diseñen departamentos de disrupción para buscar alternativas y nuevas formas de pensar». También reivindicó «el derecho al acceso a banda ancha de calidad para que todo el mundo pueda estar conectado y nadie se quede atrás». Junto a él, el CEO de Telefónica José María Álvarez-Pallete intervino admitiendo que también le preocupa el contenido que circule por dicha banda ancha y puso énfasis en el tráfico de datos. Para él «los datos personales son parte de la identidad de cada ciudadano, que en muchas ocasiones se está expropiando sin ningún tipo de compensación equilibrada». Álvarez-Pallete quiso ir más allá y reflexionó sobre el doble rasero que empleamos a la hora de aceptar en el mundo digital condiciones que jamás permitiríamos en el mundo físico, como la geolocalización o el acceso a documentación privada. «Nunca aceptaríamos que el cartero leyera nuestras cartas, pero aceptamos que un algoritmo o la inteligencia artificial lea nuestros emails», profundizó. Para él ha llegado el momento de darse cuenta de que tanto nuestro perfil digital como nuestro perfil de consumidores físicos consisten en la misma identidad, «ya que solo tenemos una vida y hay que protegerla».
Aunque ambos coincidieron en que Europa ya no está a la cabeza en innovación, Wozniak reconoció que «siempre me fijo en Europa para aprender cómo miden el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad». El cofundador de Apple, resignado a aceptar su etiqueta como uno de los padres del panorama tecnológico actual, no evitó hacer autocrítica: «A veces pienso que habría que exigir responsabilidades a los artífices de la revolución digital», dijo ayer provocando las risas de los asistentes. Wozniak, quien mencionó en varias ocasiones la figura de Steve Jobs, lamentó «el alto precio que pagamos permitiendo que cada vez tengamos menos control de nuestros datos en Internet».
En el ecuador de la jornada de ayer llegaba el turno de la intervención de la documentalista y activista contra el cambio climático Céline Cousteau, quien conversó con el antropólogo y catedrático Juan Luis Arsuaga bajo la moderación de Gonzo. Cousteau lamentó que «el ser humano no actúa hasta que su espalda está contra la pared. Ahora, cuando hablamos de cambio climático, puede ser tarde. El problema es que no pensamos en mañana, nos quedamos en el ahora».
El colofón estuvo protagonizado por la conversación entre la periodista Ana Pastor y la Premio Nobel de La Paz María Ressa. Tanto Bardají como Pastor alabaron el encomiable trabajo periodístico de la activista filipina, cuya labor va más allá de la comunicación. Su denuncia por todo el mundo le ha costado más de una decena de procesos judiciales, como recordaba Ana Pastor, pero aun así para Ressa «todo merece la pena». Durante su conversación se vio a Ana Pastor emocionada, especialmente cuando su compañera narraba los obstáculos que se sigue encontrando para desarrollar su trabajo: «Como periodista te vuelves una especie de apestada si dices determinadas cosas en el momento equivocado, pero la historia ya nos ha demostrado que el silencio se convierte en cómplice».
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