
Entrevista
Enrique Urbizu: "Me encanta encontrar que lo normal, si te acercas un poquito, de normal no tiene nada"
El director vasco se ha atrevido con un proyecto que luce como una película, pero es mucho más, "Cuando nadie no sve"

"Cuando nadie nos ve" no solo es un proyecto importante para Max o Enrique Urbizu. El director vasco ha embarcado en esta nueva serie para Max a Maribel Verdú y un elenco selecto para crear un thriller oscuro a la luz de Andalucía. Hablamos con él de Morón de la Frontera, de los límites, si los hay, y hasta de Trump.
Los thrillers normalmente son grises o negros y este lo ha definido como "a pleno sol".
Eso que se llama ahora Thriller es un cajón de sastre muy genérico en el que hay que matizar mucho para distinguir un tipo de thriller de otro. A mí me gusta más la palabra misterio. El gran reto era precisamente construir una atmósfera con una base de lo cotidiano: Semana Santa, Morón, Andalucía, con una mezcla de códigos muy rígidos de comportamiento militares tanto en la Guardia Civil como en las Fuerzas Aéreas americanas y trabajar en una atmósfera. La trama no era lo más importante de esta serie, sino el devenir de la gente común envuelta en esa trama. Entonces, la tensión que tiene la serie con sus tramas es una que debe convivir en igual interés o intensidad con una escena de una mujer sola. A la noche, cuando se quita el uniforme y se queda en casa con problemas mucho más mundanos, cotidianos y demás. Esa mezcla de un colectivo cotidiano sumergido en una atmósfera que va hacia la oscuridad, hacia lo enfermizo. Era un poco. El arco, también estético, empieza a pleno sol. Efectivamente, Andalucía, la luz maravillosa del campo, los pueblos blancos y todo eso envuelto, ya te dio una atmósfera enrarecida que se va oscureciendo a medida que la serie avanza.
Incluso con muchas tramas, se permite el lujo de dar espacio a los detalles.
Te lo dice el título "Cuando nadie nos ve". Una cosa es el uniforme y la función y otra es la persona que va ahí dentro sin poderse expresar plenamente. Hay una frontera entre lo laboral y lo privado. Me quito el uniforme y casi me libero de alguna manera. Al humano que va dentro, que tiene necesidad de expresar emociones y que se siente muy sola y que tiene su mala conciencia y su pasado pendiente y demás. Y esto un poco debería pasarles a todos los personajes. Debería debíamos dejar tiempo, que quizás en otro tipo de thriller es no narrativo y que te demora y que tal, pero yo creo que aquí es el nervio fundamental que sostiene la serie. Ese interés por los personajes.
Le hubiera gustado rodar un par de capítulos más.
No hubieran venido mal tampoco.
No hay ningún conflicto con las costumbres a respetar.
Cuando fuimos a localizar la Semana Santa, la de Morón, muy al comienzo del desarrollo de guiones con parte del equipo de Arte, hubo gente del equipo que sí se emocionó, no precisamente muy devotos, porque ahí vimos la de la Madrugá, el silencio, las horas, lo impresionante que es el paso y de repente una saeta... Se te ponen los pelos de punta. Es que tienes que estar para comprenderlo. E intentábamos transmitir eso con el mayor fidelidad y el respeto.
Y luego está la música, con todos los golpes de los pasos, que permanecen todo el tiempo.
Cada procesión es distinta. Cada momento de la procesión que mostramos en la serie es distinta. El retranqueo, que es el ensayo que hacen dentro de la Iglesia, por ejemplo, tiene su propio clímax. Es cuando lo levantan, que le meten ese golpetazo al levantarlo de golpe, que eso es una prueba de esfuerzo para ver si está bien sujeto el paso, los candelabros, las flores, las luces, los palios. Entonces lo prueban antes de sacarlo.
Hubo mucha investigación ahí.
Sí,de arte y producción y yo mismo fuimos muy buenos alumnos.
¿Se ha hecho devoto?
No, pero comprendo perfectamente la devoción.
Enumeré las tramas y hay al menos cinco, ¿no pensó en algún momento que eran demasiadas?
Puede parecerlo, lo que pasa es que cruzando tramas yo ya tengo callo. Siempre me ha gustado la mezcla de tonos más o menos acertada. Ya estaba desde "Todo por la pasta": es una comedia violenta y es un thriller y es política. Esa mezcla tiene también mucho de algunas lecturas esenciales de la adolescencia y la juventud. Las novelas, por ejemplo, se me ocurre ahora de Chester Himes que pasan en el Harlem de los 70, es una especie de Buñuel en México con thriller de acción violento trama de investigación. Pero es que el mundo que te están contando es tan surrealista, tan particular. Cómo vive la gente en esa ciudad en ese momento como son el colectivo negro, dices Es que esto es como freaks, no me lo puedo ni creer. Y a mí esa mezcla y encontrar que lo normal, si te acercas un poquito de normal no tiene nada y que todos tenemos nuestro lado oscuro y privado.
Le encantan los temas intocables: Semana Santa, Guardia Civil y corrupción política...
Quedan muchas (ríe). Pero la serie, dentro de que es cierto todo lo que dices, creo que tiene una voluntad de hacerlo asequible. El foco, la diana, así como en "No habrá paz para los malvados" estaba muy clara. Esos son telones de fondo que todos sabemos que existen, que conocemos y que forman parte importante de cómo viven todas estas personas. Con todo eso desencadenado y luego a niveles narrativos, pues desde guion tienes que intentar llevar equilibrada, que no se te pierda ninguna, que estén bien cruzadas en el momento adecuado. Lo que tienes que conseguir para que todo esto funcione es un tono en todo el reparto que esté unificado. Sin actores y actrices no somos nada. Y luego el ritmo y la atmósfera.
¿Hubo llamada personal a Maribel Verdú para darle el papel?
No. Pero el primer día que me senté con los productores, que había echado ya un vistazo a la propuesta, dije: Maribel Verdú.Ya estábamos llamados.Creo que estaría esperando que algún día, porque es que queríamos trabajar juntos desde hace mucho, así ya lo hemos hablado. De todo lo que he rodado no hay un personaje que yo viera que era para Maribel. Podemos estar de acuerdo en eso, porque si no la hubiera llamado mucho antes. Pero aquí, en cuanto leí a Lucía Gutiérrez, el carácter, pim, pam, y encima sargento de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que tienes que ir así, como un pal, tenía que ser Maribel.
Televisión y cine.
No distingo. No sé a qué se llama televisión hoy en día. Además, eso se ha difuminado ya. Nací en el 62 y me he criado viendo cine, pero viendo series de televisión. Las series de televisión no se han inventado ahora ni las han inventado las plataformas. ¿Qué sucede? Que sintéticamente, narrativamente, la televisión, parece ser que tenía que ser más sencilla, más limpia, menos compleja, por aquello del visionado doméstico y demás. Más breve también los capítulos de una hora. Mientras que el cine es otra experiencia colectiva. Para empezar, no puedes interactuar con la película, o te la comes o no te la comes, pero no la puedes parar. Irte a la nevera y demás. Yo me baso en el lenguaje cinematográfico y lo que tienen de común ambas prácticas, sea la televisión que hacía Kieslowski en Polonia, "Los diez mandamientos", o sea, "Arriba y abajo" de la BBC es el lenguaje, el rigor en el tratamiento de los personajes, en la dirección de la puesta en escena y tratar al espectador como un ser inteligente que sabe leer imágenes, que entiende un silencio y no esa especie de corre, corre, corre, venga, venga, que cambian de cadena. La monoforma galopa, y todo esto será muy bueno para los intereses comerciales industriales a corto plazo. Claro, porque a largo plazo, a este paso, la gente va a decir ¿otra serie?. No, por Dios! Lo haga para la pantalla grande o haga "Libertad" en dos 35 para la pantalla pequeña, intento hacer lenguaje cinematográfico.
¿Hubo alguna verdadera dificultad durante el rodaje?
La principal dificultad vino antes del rodaje. Fue todo el proceso de aprendizaje. Tanto de las bases como de la Guardia Civil como de la Semana Santa por dentro. La Guardia Civil se ha portado estupendamente. Leía los guiones, nos decía esto no es así, Esta tía aquí haría esto, este tío aquí haría lo otro. Hemos visto casas, cuarteles, la de Morón Salen guardias civiles de Morón en la película; son de verdad. Luego, a nivel de producción, conseguir los permisos oficiales para rodar en la base de Morón, en la zona americana les llevó muchos meses, muchos meses. Traducción, uy, drogas no, pero no es en la base. Te lo tienes que currar. No es que te lo pongan difícil., todo son facilidades, pero no llega la respuesta nunca.
¿La han visto? Americanos y Guardia Civil.
No lo sé. Creo que no. No creo que Max les haya proporcionado el material. Ya lo verán ahora en Sevilla, me imagino que vendrá la plana mayor y me los encontraré. Que estarán invitados. Y ya después de que vean el uno y el dos veremos las primeras impresiones. Pero estoy muy tranquilo. Está todo muy bien tratado.
Igual tienes una llamada de Trump.
¡No jodas!
✕
Accede a tu cuenta para comentar