Vuelve el show

Jesús Vázquez se juega el tipo (otra vez)

Telecinco recupera el formato de desafíos extremos con “La noche de los récords”, conducido por el conocido presentador

El presentador Jesús Vázquez
El presentador Jesús VázquezGtres

Jesús Vázquez vuelve a jugar en casa. Después de su paso por “Bailando con las estrellas”, el presentador regresa a Telecinco con un nuevo programa que no es exactamente nuevo. Se trata de “La noche de los récords”, una versión remozada y vitaminada del viejo “Guinness World Records”, con el que Mediaset espera levantar las pulsaciones del prime time… y, si puede ser, también sus audiencias.

El formato ya dejó huella en la memoria televisiva colectiva: retos inverosímiles, personas haciendo cosas que nadie en su sano juicio intentaría en casa, y ese clima de tensión impostada que tanto gusta cuando se acompaña de luces, humo y un poco de épica de supermercado. La fórmula no ha cambiado mucho, pero esta vez viene con más músculo: producción cuidada, pruebas de mayor envergadura y, por supuesto, la sonrisa blindada de Vázquez para sostenerlo todo.

Mediaset lo define como “emociones fuertes” y “desafíos extremos”, lo que se traduce en participantes enfrentándose a pruebas físicas, de resistencia o habilidades que desafían la lógica y el cuerpo humano. Algunos saltan, otros aguantan, los hay que mastican fuego o se sumergen en hielo. Todo con tal de superar límites y escribir su nombre —aunque sea brevemente— en los libros de récords. Un espectáculo de superación que no se esconde tras discursos inspiracionales: aquí se viene a impresionar.

No es la primera vez que Telecinco intenta llevar esta idea a lo más alto. En 2009, Carmen Alcayde y Luis Muñoz encabezaron una versión que apenas sobrevivió cinco entregas. No fue un fracaso rotundo, pero tampoco encontró su sitio. Ahora, dieciséis años después, se intenta otra vez, pero con el foco más afinado: menos plató de variedades, más nervio, y un Jesús Vázquez que conoce de sobra el arte de sostener formatos de alto voltaje.

El contexto televisivo también ha cambiado. El espectador de hoy busca emociones condensadas, pero sigue cayendo rendido ante lo que parece imposible. “La noche de los récords” juega esa carta sin complejos, con la confianza de que el exceso, si se sirve con estilo, sigue funcionando. Además, hay algo reconfortante en ver cuerpos y mentes llevadas al límite mientras uno cena con la bata puesta: la adrenalina, bien medida, sigue siendo puro entretenimiento.

El regreso de Vázquez a este tipo de formato no es menor. Es un presentador que conoce el espectáculo por dentro, que no necesita impostar entusiasmo y que lleva años demostrando que lo suyo no es el carisma forzado, sino la química real con el público. En un medio donde todo parece provisional, su presencia es un ancla. Así que sí, vuelven los récords. Y si alguien podía sostenerlos sin que se rompan, ese alguien era él.