
Estreno
Liza Minnelli encuentra su propia voz
Movistar Plus+ estrena el sábado 26 el documental en el que la artista abre las puertas de su vida y extraordinaria trayectoria, y confiesa cómo vivió los peores momentos

Si eres hija de la inefable Judy Garland y del pionero cinematográfico Vincent Minnelli, ya tienes la mitad de tu vida escrita. Actriz, cantante y bailarina, Liza May Minnelli sigue siendo una todoterreno. Sus películas son clásicos del cine y en sus vitrinas hay un Oscar, un Bafta, un Emmy, dos Globos de Oro y cuatro Premios Tony. La labor de «Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story» («Liza Minnelli: absolutamente real»), el documental de una hora y 44 minutos que estrena el sábado 26 de abril Movistar Plus+ y que cuenta con la participación de la propia artista, es ser un tributo a la artista bajo la dirección de Bruce David Klein, desde su nacimiento en la «realeza de Hollywood» hasta el momento actual a sus 79 años.
Y para contar esta amplia historia de sacrificios y vida profesional exitosa, la pieza cuenta con testimonios de aquellos que la conocieron, como el cantante Peter Allen, con quien estuvo casada entre 1967 y 1974, en su mejor matrimonio, según cuenta la actriz Mia Farrow, de 79 años, en el documental: «La vez que la vi más feliz con alguien en su vida privada fue con él». También tomará la palabra Charles Aznavour, con quien tuvo mucha relación profesional por considerarle su mentor, y actuaron juntos en varios escenarios por todo el mundo. Es uno de los mentores que se nombrará en la pieza: la profesora de canto Kay Thompson se convirtió en una madre sustituta tras morir Garland, Aznavour profundizó su entrega emocional, el coreógrafo de «Cabaret», Bob Fosse, refinó su movimiento y Roy Halston Frowick dio forma a su estilo icónico. Presenta imágenes de archivo y entrevistas con el círculo cercano de Minnelli, incluidos Ben Vereen, Chita Rivera y Darren Criss, además del coprotagonista de «Cabret», Joel Grey, y la hermanastra de Liza, Lorna Luft. Klein adelantó en su estreno en Tribeca que «podríamos haber hecho tres docenas de películas diferentes sobre su vida», pero se negó a una producción convencional: «Suena pretencioso, pero aprendí con los años de trabajo que lo más inteligente era dejar que el material me hablara en lugar de aplicar una idea preconcebida de lo que sería la película».
El documental podría ser una demostración del camino de rosas de la hija de dos celebridades respetadas, pero se demuestra que su vida estuvo perseguida por las comparaciones con su madre y críticas por su belleza particular: «Esta idea de la espada de doble filo del privilegio con ella fue una de las cosas sorprendentes que aprendí. Para ella, llegar de tercera base a home fue más difícil que para muchos de nosotros recorrer las bases debido a las expectativas». Entre las imágenes inéditas, el momento en el que Minnelli cantó con su madre en el London Palladium en 1964. La inserción de pequeños clips como este permite a amigos como Michael Feinstein, pianista y cantante, acercarse a la relación de madre e hija. Especializado en documentales biográficos, Klein («Meatloaf: In Search Of Paradise», 2007), para abordar una vida tan prolífica se centra en la década posterior a la muerte de Garland en 1969, cuando la joven solo tenía 23 años. Liza sale de la sombra de su madre y busca su propia voz. La cantidad de material existente reduce mucho el margen de acción de la cinta y elude voluntariamente algunas partes de la vida de Minnelli como su trabajo con Dudley Moore en la película de 1981 «Arthur», y tampoco aparece su gran papel como Lucille en «Arrested Development». Hay una tendencia de retratar su vida amorosa, con el paso de su segundo marido, Jack Haley Jr. («la hija de Doroty se casa con el hijo del Hombre de Hojalata») y según Feinstein «eran la pareja perfecta». De acuerdo está Lorna Luft, y Farrow en desacuerdo: «No creo que fuera la pareja ideal para ella». Se habla ampliamente de su matrimonio con Mark Gero (1979-1992) y la separación del cuarto, David Gest. Pero en ningún momento estos recordatorios opacan la visión que Klein impone desde el principio.
Imágenes rechazando preguntas sobre su madre o escenas entre bastidores de una gira europea nos mostrarán la parte más vulnerable de la estrella, que brilla con intensidad en fragmentos de «Cabaret» y «New York, New York» de Martin Scorsese. Los espectadores podrán incluso contemplar un dueto de Liza Minnelli con ella misma en distintas épocas con imágenes de archivo. Cuentan que una vez que terminó de rodar, la propia Liza le llamó para que se sentara a su lado en una cama: «Me agarró la mano, empezó a acariciarla y me miró con esos ojos oscuros y luminosos y me dijo: 'Bruce, no pongas nada falso en la película. No me hagas quedar como una farsante'».
✕
Accede a tu cuenta para comentar