Espejo Público
Marcos de Quinto critica el cambio en el reglamento de la prensa en el Congreso: "Una desgracia para el país"
El empresario y ex diputado ha intervenido en 'Espejo Público' para abordar el cambio en los códigos de conducta que ha aprobado este miércoles la Cámara Baja
Esta mañana, la propuesta del Gobierno de coalición de regular la presencia de los medios en el Congreso ha sido aprobada. Conseguida a pesar de la oposición de PP y Vox, este endurecimiento del reglamento pretende plantar cara a los definidos como "pseudo periodistas y ultras agitadores". Infringir el reglamento puede conllevar un veto de hasta cinco años para los informadores, obligados a no interrumpir ni faltar el respeto.
Durante la emisión de 'Espejo Público', el equipo del programa ha querido contar con la opinión de una persona acostumbrada a lo que es hacer vida en la Cámara Baja. Marcos de Quinto, empresario y diputado por Ciudadanos entre 2019 y 2020, aborda este cambio en el reglamento precisamente en el quinto aniversario de su salida del Congreso tras discrepancias con la formación naranja.
No se responde a las necesidades de información
"Hay mucho político insultando a periodistas, hay mucho político señalando a periodistas y hay mucho político impidiendo que los periodistas hagan su trabajo porque nunca les dan la palabra porque hacen preguntas incómodas", comienza explicando De Quinto. De acuerdo con el empresario, existe hoy en día "un afán" con evitar que se pregunte a los políticos sobre temas importantes, que a su vez cumplen con las necesidades de información.
El ex diputado madrileño, la izquierda parlamentaria elige "los periodistas que les gusta y los que les conviene", en un intento por evitar cualquier tipo de situaciones incómodas. "Esto es una desgracia para el país. Ya no hace falta coger un avión para sentirse en Venezuela", sentencia De Quinto.
¿Qué es periodismo?
Para poder zanjar la disputa acerca de la función de la prensa en espacios como el Congreso, Marcos de Quinto explica que lo más importante es saber "hacer preguntas que pueden resultarle incómodas a ciertos políticos". Él mismo asegura haber visto a gente cumplir con esa función, solo para que más tarde "se les insulte o se les tire el micrófono".
Como idea antagónica, el ex diputado confiesa que el periodismo no puede consistir en "hacer las preguntas dulces y no preguntar nunca a los políticos sobre todos aquellos asuntos de escándalos y de corrupción". En definitiva, "no preguntarles cuando se tiene la oportunidad de hacerlo".