
Polémica
La cruda realidad de los centros de desintoxicación retratada en "Salvados"
El programa de laSexta recibió el testimonio de antiguos consumidores de heroína durante los años 80

España se enfrentó a un grave problema en los años 80 con la entrada de la heroína en nuestro país, ya que centenares de ciudadanos y ciudadanas de nuestro país cayeron rendidos ante una de las drogas más duras que circulan, todavía hoy, a sus anchas por las calles del territorio español. "Salvados", tras dejar mudos a los telespectadores por su último especial por las redes sociales, otorgó anoche voz a los sobrevivientes de la adicción, contando duras anécdotas sobre su historia personal de consumo, además de revelar como eran de verdad los centros de desintoxicación que había en España, considerados algunos como "sectas", lugares que han cambiado mucho en el día de hoy.
La dura realidad de un toxicómano
Gonzo y su equipo profundizaron en la historia de una generación de españoles que vivió de cerca la devastadora epidemia de la heroína en los años 70 y 80. A través de testimonios de supervivientes, el programa exploró el impacto brutal de una droga que, en ese entonces, era poco conocida y fue fatal para muchos. Las personas entrevistadas, que lograron salir de la adicción, recordaban con dolor la pérdida de amigos y el sufrimiento extremo de depender de una nueva dosis para seguir adelante. La heroína, en aquellos tiempos, fue romantizada por algunos que buscaban escapar del legado de la dictadura franquista, sin conocer las consecuencias mortales que traería. Durante años, la falta de información y la lenta respuesta de las autoridades llevaron a miles de jóvenes a la muerte o a una vida marcada por la adicción.
Uno de los aspectos más impactantes fue la falta de opciones para quienes querían desintoxicarse. Dos supervivientes, Félix y Marian, compartieron sus experiencias. Félix recordó cómo fue internado en un manicomio donde lo medicaron en exceso: “Me atiborraron de pastillas, se me caía la baba”. Aunque tras salir del centro estuvo un tiempo sin consumir, volvió a recaer. Marian, por su parte, detalló que acudió al Patriarca, una institución de granjas aisladas que prometía rehabilitación. Sin embargo, estos centros, según explicó un médico, estaban lejos de ser soluciones científicas o profesionales. El Patriarca, liderado por un francés, ofrecía tratamientos basados en la abstinencia, pero Marian lo calificó como una secta, explicando que su madre tuvo que pagar una suma considerable por el ingreso. Este tipo de centros no solo carecían de rigor médico, sino que además formaban parte de un sistema sanitario limitado. El médico entrevistado recordó que en esos años la psiquiatría estaba aún en pañales, y los manicomios eran prácticamente la única opción para quienes sufrían adicciones o trastornos mentales, debido a un sistema de salud enfocado más en la reparación de la fuerza laboral que en la atención de problemas crónicos.
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