Entrevista
Clara Lago y Tamar Novas: «Puedes llegar a entender las motivaciones del personaje sin justificarlo»
Abogada y narcotraficante, intentan dilucidar si el amor puede con la venganza en la nueva serie de Netflix «Clanes»
Abogada conoce a narcotraficante gallego del que se quiere vengar, pero tendrá qué decidir entre la venganza o el amor. En esta dicotomía se encuentran Ana (Clara Lago) y Daniel (Tamar Novas) en la nueva serie de Netflix, «Clanes».
¿Es la serie una historia de buenos y malos?
Tamar Novas: No la calificaría así. Creo que es una historia en la que, a la gente le pasará, intentará entrar en ese esquema de buenos y malos, pero no la definiría así. ¿Quiénes son los buenos y quiénes son los malos?
Ni los malos lo son completamente ni la Policía es toda buena.
Clara Lago: Sí. Al final, ¿quién es todo bueno y quién todo malo? Incluso en la vida real, todos tenemos una parte más luminosa y una parte de sombra. Pretender colocarlo todo en blancos o negros, desde luego, a mí como actriz y como espectadora, me resulta menos interesante.
Tamar: Sí. La pregunta siempre es ¿por qué este personaje hace lo que hace? Y al leer sobre él dices oh, qué interesante contar por qué este señor es así y hace esto, llega esto; juegan así porque están ahí y les une mucho sus pasados. Entender, con gente que se dedica a esto, se ha dedicado o dice que ya no se dedica, pero se dedica. Entender el asunto de los testigos protegidos, que tampoco se ha explorado tanto en la ficción. Entender que alguien pueda identificar «hostia, este es un traidor», por ejemplo. Eso es un gran logro de una ficción. Poder empatizar. Porque un testigo protegido a veces puede serlo para salvar el culo y su motivación es lo que te hace como espectador estar con él o no. A mí me pasa en «El Padrino»: los chivatos son chivatos y les entiendes, ellos están luchando por mantener la familia. Las motivaciones a veces te hacen que los buenos consigan que no te resulte interesante ir con los malos.
Clara Lago: Y sobre todo que también hay algo de miedo a poder humanizar ciertos personajes porque parece que entonces prescribe todo lo otro y realmente creo que no. Puede ser que tú llegues a entender las motivaciones del personaje para hacer algo con lo que no estás de acuerdo. Sin justificarlo. Simplemente entenderlo y y también entender que puede que haya una escena que te caiga muy bien y en la siguiente digas ‘lo estamparía’. Pero es que esto incluso pasa en la vida, sacando lo del narcotráfico. Pasa con la familia, con las parejas, con los amigos...,no todo el mundo, todo el rato es perfecto a tus ojos. No hay tenerle tanto miedo a asomarte a ver otras caras de los personajes, tanto los que parecen buenos y le ves las grietas de maldad o de egoísmo, como los malos que de repente tienen grietas de tener buen corazón para otras cosas.
Galicia aporta naturalidad a la serie.
Tamar: Rodar en Galicia, bueno, es una suerte. Yo firmaría todos los años por trabajar en verano allí, porque para mí no es trabajar, es pasármelo genial. Y luego, lo que pasa en Galicia es que hay muy buenos actores, más allá de «hacer» porque no creo que nadie ‘haga’ de gallego. La mayoría de las veces el idioma es una puerta y en las rías se habla de manera distinta, como por ejemplo en Santiago. Me parece bien que se apueste porque eso respire verdad. No tanto que sea ponerse pejigueros con dónde va el acento o no. Pienso siempre en Irlanda, allí hay muy buenos actores y creo que tiene que ver con la tradición de contar historias. Hay muchos actores en esta serie que son grandes cuentacuentos.
El personaje de Ana está escrito con fuerza, ¿cómo lo preparó?
Clara: No puedes solamente hacerlo desde el punto de vista de la abogada, porque precisamente ella deja su vida previa donde sí que el ser abogada marcaba su vida, probablemente de workaholic. Y lo que mueve a Ana desde el primer capítulo, desde que se instala en Cambados, es el mundo emocional, es lo personal. Ella aparca su vida por completo para primero averiguar y tener respuestas y poder descansar un poco mentalmente de este secreto que ha descubierto familiar referente a su padre, y para buscar venganza. Es puro emocional, lo que pasa que muy pasado por el filtro de lo racional, de tener un plan y de seguirlo.
Los personajes podrían enamorarse y escapar, pero no es así de fácil.
Clara Lago: Me parece mucho más interesante y más verosímil. Precisamente porque el personaje de Ana tiene un conflicto bastante importante con el hecho de que le pueda llegar a gustar el personaje de Daniel. Él no tiene tanto conflicto porque le falta parte de la información.
Tamar: Sí, el conflicto de él va por otro lado; tiene un gran conflicto en su vida y la aparición de Ana le ayuda a tomar decisiones un poco distintas.
El personaje de Daniel no muestra mucho. ¿Es difícil?
Tamar: Sí, es difícil. Le puede pasar al espectador de «quién es este tipo». Es una pregunta que a mí me pasaba muchísimo.
No eres un actor muy visible.
Me gusta no ser estridente. Me considero muy afortunado.
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