
Avance
Curro y Ángela prenden fuego a “La Promesa”
Una semana de ausencias, pulsos familiares y secretos compartidos agita los cimientos de “La Promesa” en pleno julio

Esta semana “La Promesa” se vive con pausa y sacudidas. No hay capítulo ni el lunes ni el jueves, pero los días intermedios no vienen a rellenar, sino a remover. El servicio está patas arriba con Cristóbal al mando, Leocadia intenta demostrar que puede con todo… y Curro y Ángela cruzan la línea que tanto tiempo habían bordeado. Si el verano pide calor, la serie responde con fuego emocional.
El martes comienza con Lope cerrando su estancia entre los duques de Carril. La misión no ha ido como esperaba, pero deja tras de sí más preguntas que respuestas. Mientras tanto, en La Promesa, Martina amenaza con una decisión que suena a terremoto. Nadie quiere dar el paso en falso, pero alguien lo dará. Leocadia y Lorenzo fracasan en su plan para enviar a Ángela a Suiza, y lo peor no es que no funcione: es que acaban discutiendo entre ellos, dejando claro que cuando dos tiburones se pelean, salpica hasta el mármol. Petra se queda sin su bastón emocional y se le nota: la soledad pesa hasta en los personajes de hierro.
Curro y Ángela, en cambio, apuestan por el riesgo con los ojos bien abiertos. No hay tiempo para medias tintas ni para miradas fugaces. Lo suyo ya es palpable, respirable. Se entregan a un momento que lleva semanas cocinándose y que, por fin, se sirve caliente. El miércoles, los hilos se tensan. Leocadia regala un coche a Alonso en lo que parece un gesto desmedido, quizás una táctica para recuperar influencia tras sus recientes fracasos estratégicos. Pero no hay motor que arranque una fiesta donde el apellido no te abre la puerta: Ángela sigue vetada por la nobleza, y ni siquiera la insistencia de Lorenzo logra colarla en el salón principal.
Rafaela no mejora. Simona y Candela hacen lo que pueden, pero al final recurren a un médico. La angustia por su estado une, por momentos, a los habitantes del palacio. Incluso Petra, que suele obedecer sin pestañear, se salta las normas para ayudar a María Fernández. En otra esquina, Curro duda si contarle a Ángela por qué Lope ha desaparecido, mientras Vera y Pía comienzan a inquietarse. Y cuando Lope regresa, no trae regalos, pero sí una bomba: el capitán de la Mata está metido en la trama de los Carril. La sorpresa no es menor, y los rostros lo dicen todo. Hay verdades que no caben en una bandeja.
El viernes, la tensión se duplica. Rafaela sigue sin levantar cabeza, y Alonso entra en modo padre desesperado: hay que encontrar a alguien que sepa curar, cueste lo que cueste. Ricardo lidia con un Santos rebelde y una paternidad que se le escurre entre las manos. Enora, por su parte, deja el guante de seda y actúa con descaro para influir en Manuel, que ya no sabe si está en deuda, en guerra o en peligro. Lope regresa a su cocina, pero Cristóbal no lo quiere como estaba: lo quiere a su manera. Ya no hay sitio para rutinas ni confort.
Hay capítulos de la serie estrella de RTVE que cierran, otros que solo se abren. Esta semana, “La Promesa” nos deja en vilo con menos emisiones pero más intensidad. Curro y Ángela cruzan una línea que ya no podrán desandar. Lope cambia de escenario, pero no de objetivo. Y la nobleza sigue jugando con las cartas marcadas. Pero en este palacio, hasta el último mozo guarda un as bajo la manga.
✕
Accede a tu cuenta para comentar