Estreno

El ejército invisible: las que limpian mandan

SkyShowtime estrena esta serie creada por Héctor Lozano y protagonizada por Lolita y María Pujalte, entre muchas otras

Las coreografías dan nombre a los capítulos y son imprescindibles
Las coreografías dan nombre a los capítulos y son imprescindiblesSkyShowtime

Durante los años que pasé en el Colegio Mayor, la legión de mujeres encargadas de la limpieza, «las kellys», eran una de las partes más importantes del engranaje y la convivencia. Aprendimos a tratarlas con respeto y tantas horas juntos nos ofreció hasta su amistad. Cada una de ellas tenía una historia vital, preocupaciones, inquietudes, sueños y retos, y por encima de todo amor a su trabajo y dedicación. Por eso no me es ajena la trama de «Las invisibles», la nueva serie creada por Héctor Lozano («Merlí: Sapere aude») que hoy estrena SkyShowtime, producida por Paramount y Morena Films, dirigida por Menna Fité y protagonizada por Lolita Flores, María Pujalte, Yoshira Escárrega, Paula del Río, Paula Mirá, Yaël Belicha y Elena Irureta.

Cada lunes durante ocho semanas, iremos conociendo al grupo de camareras de piso de un hotel de lujo en el Mediterráneo. Espe, Isabel, Gladys, Pilar... se convierten desde el primer minuto en personas familiares. Mujeres cuya vida puede estar naufragando por mil motivos, pero nada les quita la sonrisa y la complicidad entre ellas, y a pesar del entorno laboral. LA RAZÓN habló con Lolita (Espe) y María Pujalte (Isabel) sobre la sangre que corre por sus personajes y el alma de la serie. «Lozano y Fité trabajan todo lo más pegado a la realidad», nos cuenta Pujalte, que interpreta a una limpiadora que tendrá que lidiar con achaques físicos y hacerse cargo del desastre de su hermano Jesús. No todo puede ser comedia, aclara Pujalte que nos adelanta que «es una dramedia; una serie que tiene que ver con toda una tradición de series familiares blancas». Lolita interviene para decir que, como veremos en sus escenas costumbristas como los paseos por el mercado, «se trabaja con la frescura, sí. Y con la verdad».

Isabel y Espe, dos de las mayores «Kellys», están en un tris de darle guerra a la gobernanta y hablan de cómo prepararon sus papeles. Cómplices en pantalla, diferentes en el método. «Yo los guiones, me leía mi parte, pero no me leía a los demás, porque creo por es mi manera de trabajar», matiza Lolita, que añade que «cuando ellas me cuentan algo que yo no he leído, que no sé, la respuesta es mucho más de verdad». Aporta ahí su naturalidad, pero es cierto que no vemos solo a Lolita: «Es una manera que a lo mejor es incorrecta para una actriz. Debería de leerme todos los guiones, pero yo soy así, Es una manera de trabajar y creo que me ha salido bien». Lolita crece con el personaje, porque explica que «no preparo los personajes, no los he preparado nunca. A mí me dan el texto y con el texto ya veo que clase de personaje es. Creo que todos tenemos esos sentimientos dentro y que lo mismo podemos ser una señora de alta cuna, que podemos ser una señora de baja cama, como la canción de Cecilia. Podemos ser asesinas o podemos ser madres, abuelas, tías, sobrinas, lesbianas, del colectivo LGTBI o de ningún colectivo». Espe tiene a su cargo a su nieto y lidia con un marido un pelín pelele y falto de carácter, y le da su toque a la líder de las kellys: «No es Lolita Flores. Yo tengo un acento raro por mi padre catalán, madre andaluza, yo de Madrid, pues tengo ahí un desvarío tremendo. En la serie, mi acento es como más regalado». Por su parte, Pujalte sí que quiso pensárselo: «Es un personaje que habla poco. Es un personaje que en los guiones había muchos momentos que ella está mirando. Que no está y que está callando porque también tiene que ver con lo que ella vive». Y finalmente se dejó llevar por la trama y se convirtió en «el personaje que he pensado muchísimo y ha sido como ir descubriéndolo según lo iba haciendo. Una cosa bien rara. El disfraz me ha ayudado muchísimo». Así Espe nos enseñará cómo se lucha por las cosas sin perder la entereza e Isabel, «de dentro para afuera», tendrá explosiones más inesperadas.

Ninguna de las dos actrices esconde que hay una necesidad de que el espectador «coja conciencia de que hay un sector que son las limpiadoras y hay que tener consideración con esas personas. Darse cuenta que trabajan por sueldos a veces mínimos, y que realmente son invisibles», aclara Lolita. Para Pujalte, también es entretenimiento: «No está reñido con el mostrar una realidad. La serie refleja bien lo duro del trabajo, pero tiene esta mirada también amable y de esperanza, porque también la vida es así. Todos necesitamos evadirnos de la realidad, todo el mundo necesita soñar». Y bailar.