Toros

La resistencia taurina

El mundo del toro planta cara al ministro Uribes y exige su dimisión por sentirse agraviado, discriminado y excluido del sistema de ayudas aprobado para el sector de la cultura

Cayetano, Ureña y Manzanares.
Cayetano, Ureña y Manzanares.TwitterLa Razón

El mundo de los toros ha estallado. Las declaraciones del vicepresidente del Gobierno, Iglesias, han despertado bruscamente de su cuarentena a los toreros, ganaderos y demás actores de la tauromaquia. La descalificación más propia de los antitaurinos de manual, casi como un slogan de pancarta ( «el toreo no es cultura») de las protestas frente a las plazas, con las que se despachó el 14 de mayo, el líder de Podemos y miembro de un Ejecutivo acusado por el sector de no hacer nada por él ha movido a una intensa campaña de reivindicación. Así, protegidos por la ya obligatoria mascarilla, los coletas han incendiado las redes con el lema «la cultura no se censura».

Pero la gota que ha colmado todos los vasos ha sido el menosprecio experimentado por el Real Decreto-ley de medidas de apoyo al sector cultural, donde se ignora radicalmente todo lo que tiene que ver con lo taurino. Como efecto inmediato, ayer a las 12 de la mañana se produjo una denominada manifestación virtual convertida automáticamente durante muchas horas del día en número uno en Twitter. Genuino «trending topic» con el hashtag Ministro de censura. El titular de la cartera, José Manuel Rodríguez Uribes, ha sido el blanco de las iras de los profesionales y aficionados de una considerada por ellos campaña de desprestigio. Esto se une al sorprendente olvido entre las medidas de apoyo a artistas y prestaciones laborales a lo relativo a los que se visten de luces. Paradójicamente, el régimen especial denominado como de «artistas y profesionales taurinos» ha sufrido una amputación en el reguero de coberturas sociales para los diversos colectivos culturales.

La Fundación Toro de Lidia ha intentado coordinar el descontento que los toreros muestran de manera virulenta. La reunión que mantuvieron los representantes de la patronal del empresariado taurino bajo la cobertura de Anoet, los portavoces de los toreros y la propia Fundación con el ministro de Cultura a principios de marzo, donde entonces solo recogieron buenas palabras, se une a la larga nómina de agravios que los amantes de los toros tienen que computar. La tragedia económica que se cierne tiene unos protagonistas tristes en banderilleros, muchos espadas y demás artistas taurómacos que no perciben remuneración alguna por la falta de espectáculos en este 2020 presumiblemente sin toros y la nula prestación por desempleo. El mencionado Decreto-Ley que fue convalidado por el Congreso de los Diputados y que ha habilitado un acceso extraordinario a la prestación por desempleo de hasta 180 días para los trabajadores de la cultura ha omitido la referencia a los que se ponen delante de un toro.

Un desconsuelo

Largo invierno para estos toreros que cada tarde de función pagan religiosamente su cotización a la Seguridad Social, que ahora les da la espalda. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) comunica de manera sorprendente y literal ante el desconsuelo de picadores, banderilleros o mozos de espadas que «sentimos informarles que tras recibir las instrucciones pertinentes en relación al régimen de artistas no tendría derecho dicha prestación. Para poder cobrar debe usted estar encuadrado en el grupo de cotización del régimen de artistas y usted está en el grupo de cotización de toreros…». Deliberada propuesta de segmentar al universo cultural de los que han hecho del mundo taurino su vida e ilusión. Los 76,4 millones de euros con los que se pretende dar respuesta a las numerosas demandas del sector cultural, como las ayudas a las artes escénicas, incluido el circo, el libro o las bellas artes, no destinan nada para un tejido económico y social de primer orden. De tal suerte, la Fundación Toro de Lidia ha remitido por medio de su presidente, el prestigioso ganadero Victorino Martín, una carta solicitando la dimisión del titular oficial de la cultura donde se califica su actuación de discriminación continua para la tauromaquia. Se alude a más de 10 cartas, 37 medidas y numerosas propuestas que se han presentado sin éxito y a la importante aportación a los Presupuestos Generales del Estado de los espectáculos taurinos y la relevancia de esta fiesta histórica y de relevancia social.

La indignación no deja de crecer, y así algunos aficionados y toreros de modo espontáneo han organizado concentraciones en diversos puntos del país, desde Sevilla a Badajoz, para fechas próximas. Ello es la expresión, dicen, de un hartzago insoportable. Cayetano Rivera Ordóñez destaca en su cuenta de Twitter la necesidad de tener precaución y paciencia para que no se manipulen dichas concentraciones o paseos populares. Lo que sí parece cierta es la profunda incomodidad del ministro de Cultura ante esta reacción del mundo taurino tan firme y que no esperaba. Se anuncia un duelo al sol para el 29 de mayo en la Comisión de Cultura del Congreso, donde los grupos políticos deberán pasarse el toro cerca.