Francia

Cumbres Hermoso de Mendoza y El Juli, por la Puerta de los Cónsules

Buena mañana de toreo en el Coliseo de Nimes en un mano a mano con ocho orejas y un rabo

Hermoso de Mendoza y El Juli, a hombros por la Puerta de los Cónsules de Nimes
Hermoso de Mendoza y El Juli, a hombros por la Puerta de los Cónsules de Nimeslarazon

Pablo Hermoso de Mendoza y Julián López «El Juli» han coprotagonizado una antológica mañana en el Coliseo galo de Nimes, en donde el centauro navarro ha cortado cuatro orejas, mientras que el espada madrileño sumó el rabo del sexto a otros tantos trofeos en su esporton.

Pablo Hermoso de Mendoza estuvo muy por encima del mansurrón toro que abrió plaza, con el que se vio obligado a echar mano de su gran técnica ante las condiciones del astado. De no haber fallado con el rejón de muerte habría ya tocado pelo.

Lo hizo con el tercero, el rejoneador cuajó una gran actuación con «Disparate» con el que estuvo superior especialmente con sus recortes y piruetas delante cara del toro, templando muchísimo. Luego, puso fin a su actuación con un magnífico par de cortas a dos manos. Fue certero con el rejón de muerte y ató los dos trofeos.

Ante el quinto y a lomos de «Duende», colocó dos magníficos palos. Luego, sobre «Habanero», llegó al culmen con la ejecución de piruetas delante de la cara del toro tras clavar. Concluyó con un carrusel de tres cortas y un par de largas a dos manos fulminando a su adversario de un certero rejón. De nuevo, dos orejas.

Por su parte, El Juli estuvo realmente extraordinario con su primero, al que comenzó toreando a pies juntos en una faena en la que se le vio sobradísimo. Tuvo ante sí a un toro que fue premiado con la vuelta al ruedo y con el que el torero disfrutó toreando. Muy asentada su labor, pudo haberle servido para un triunfo importante de no haber fallado a la hora de matar.

Ante el cuarto comenzó por bajo y consiguió cuajarle luego series de muletazos muy ligados y templados. Lo pasaportó de una estocada entera en todo lo alto y cayó el doble premio. El extásis llegó en el sexto. Se lució primero en un quite por lopecinas. Acto seguido, tomó los palos para banderillear al morlaco. La faena, ante un toro que fue noble pero al que había que entender, concluyó con una serie de sucesivos cambios de mano y otra más por manoletinas. Se fue a por todas a la hora de matar y dejó al animal prácticamente sin puntilla.

En el Coliseo Romano de Nimes, tercera de la Feria de la Vendimia, en la que se lidiaron toros de Ángel Sánchez y Sánchez, para rejones, y de Victoriano del Río, para la lidia ordinaria, de aceptable presentación. Destacó el 2º, premiado con la vuelta al ruedo. Pablo Hermoso de Mendoza, silencio, dos orejas y dos orejas; y El Juli, vuelta al ruedo tras aviso, dos orejas y dos orejas y rabo. Lleno en los tendidos.