Actualidad

Colmenar Viejo

De Pablo y Colombo dan la cara y Ángel Sánchez cae herido en Colmenar Viejo

Jesús Enrique Colombo, en una imagen de archivo
Jesús Enrique Colombo, en una imagen de archivolarazon

Los diestros Miguel de Pablo y Jesús Enrique Colombo dieron la cara hoy en Colmenar Viejo con una seria, descastada y áspera corrida de López Gibaja, en la que Ángel Sánchez resultó herido con una cornada en la zona genital, de pronóstico leve pero que le impidió continuar la lidia.

Miguel de Pablo hacía hoy en su tierra el segundo paseíllo de la temporada. Desde febrero, cuando cuajó una gran tarde en Valdemorillo, el madrileño no ha visto un pitón vestido de luces, todo fruto de ese monopolio que hace que sea muy difícil que los jóvenes puedan labrarse una carrera digna, de esas que no aceptan "túneles"ni condiciones por debajo de lo establecido.

El primer toro marcó la querencia nada más saltar al ruedo, "cantando"después su mansedumbre en el caballo y al buscar definitivamente las tablas antes de que le pegaran el primer muletazo. De Pablo intentó sujetarlo en la segunda raya, y ahí fue donde tuvo que esforzarse para tratar de imponerse en una labor porfiona, paciente y entregada ante un toro que se negó en redondo.

El segundo de su lote fue un toro sin raza, moviéndose al paso y con su peligro sordo, pues midió más que un sastre, reponía y se venia siempre por dentro. El diestro ofreció una importante dimensión, muy firme y sin aliviarse en ningún momento. Ese fue el mérito del madrileño, que dio la cara, a pesar de que la gente apenas valorara su esfuerzo. Muy serio de hechuras, cuajado y cornivuelto, el primero de Colombo se dejó pegar en el caballo. Hubo un quite por chicuelinas del venezolano, y réplica de igual guisa de Ángel Sánchez.

Después de un tercio de banderillas en las que el torero exhibió facultades, la faena de muleta no acabó de despegar por la desrazada condición del toro, que se agarró al piso y se defendió ante las afrentas de Colombo, que, pese a buscarle las vueltas, no llegó a resolver en lo artístico. Debido al percance del compañero en cuarto lugar salió el reseñado como quinto, un animal muy ofensivo por delante, cumplidor en el caballo y con un buen galope para que Colombo volviera a mostrar músculo y variedad con los rehiletes.

En el último tercio fue también el que más aguantó, aun faltándole también clase y entrega, lo que aprovechó Colombo para pasarlo sobre ambas manos con decisión y firmeza en una labor en la que el joven de Táchira supo mantener el ritmo a pesar de que el astado fuera también a menos. En las manoletinas finales se escapó de milagro de la cornada, al resultar cogido de la chaquetilla. Tenía la oreja en la mano, pero lo echó todo a perder con el descabello.

Al sexto lo banderilleó con más desigualdad. Este toro se movió también pero muy informal, y Colombo volvió a estar por encima de las circunstancias en otra labor animosa, pero en la que de nuevo manejó con desacierto la tizona.

A Ángel Sánchez le tocó la cruz, primero por vérselas con un "tanque"de 645 kilos al que le faltó tracción para mover tanto peso, y también porque, tras mostrarse firme y lograr pases estimables por el derecho, el astado le acabó echando mano después de frenársele en un pase de pecho, propinándole una cornada en la zona genital.

Ficha: Toros de Antonio López Gibaja, de muy serias y desiguales hechuras y caras, descastados y ásperos. Huido y rajado, el primero; sin raza, aplomado y a la defensiva, el segundo; al gigante tercero le faltó tracción para mover sus 645 kilos, sin clase, el bruto cuarto; descastado, reservón y con peligro sordo, el quinto; y muy informal el sexto.

Miguel de Pablo, de catafalco y oro: pinchazo, casi entera trasera, tendida y atravesada que acaba tragándose, y ocho descabellos (palmas tras aviso); y dos pinchazos y estocada baja (silencio).

Jesús Enrique Colombo, de blanco y oro: estocada contraria y ligeramente atravesada (ovación); estocada desprendida y cuatro descabellos (vuelta al ruedo); y tres pinchazos y casi entera caída (silencio en el que mató por Ángel Sánchez).

Ángel Sánchez, de malva y oro: herido por su primero, al que remató De Pablo de: dos pinchazos, casi entera atravesada y dos descabellos (silencio).

En la enfermería, Ángel Sánchez fue intervenido bajo anestesia local y sedación de "cornada en la región peniana de unos 8 centímetros y fuerte contusión en el abdomen, de pronóstico leve y que no requiere de ingreso hospitalario".

La plaza registró algo menos de media entrada, unos 4.000 espectadores.

Efe