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El Cid: "De hoy depende que sea mi última tarde en Madrid"

El Cid: "De hoy depende que sea mi última tarde en Madrid"
El Cid: "De hoy depende que sea mi última tarde en Madrid"larazon

Con 45 años de edad y 20 de alternativa el diestro sevillano ha decidido poner punto y final en 2019 a su trayectoria, de la que hace un balance positivo: «Ha sido un largo camino pero muy bonito especialmente cuando has estado arriba compitiendo con los mejores y en carteles de figura». Con eso se queda, de 2004 a 2007, «Creo que el aficionado guarda esa imagen de El Cid». Pero de esta última década también guarda grandes recuerdos, algunos vinculados a Madrid como la tarde de 2013, junto a Iván Fandiño y Sebastián Ritter en la Feria de Otoño: «Tenía las dos orejas aseguradas, pero lo pinché», a «Verbenero» de Victoriano del Río. Veinte años, ni más ni menos. Aunque no se considera obseso de los números redondos admite que no es casualidad: «Llevaba ya un año pensándolo y al terminar la temporada pasada decidí que llegaba el momento de cerrar un ciclo de mi vida. Cuando no te ves capaz de seguir garantizando una gran regularidad creo que es el momento de dejar paso».

Un adiós anunciado pero para el que todavía no hay fecha exacta. Madrid, Sevilla y Zaragoza se disputan ese honor: «Dependerá de lo que pase mañana. Ya estoy anunciado en la Feria de San Miguel de Sevilla, pero también me gustaría estar una última vez en Las Ventas durante la Feria de Otoño y por qué no en Zaragoza». Lo que sí está claro es que esta tarde se despedirá de San Isidro, en un cartel que comparte con el presente y futuro del escalafón, Roca Rey, y con López Simón, con cinco Puertas Grandes de Las Ventas. Esta plaza resume su carrera: «Madrid me ha querido, me ha acogido, me ha impulsado, pero también me ha exigido. He disfrutado y sufrido mucho». En el recuerdo permanece también aquella encerrona: «Creo que las figuras, y quienes quieren serlo, deben tener ese tipo de gestos con la afición, aunque sean arriesgados. Parece fácil cortar dos orejas de doce, pero más fácil es que la tarde se te ponga cuesta arriba».