Toros

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Fortes, gesta de torero grande en Málaga

Cuajó a un victorino y hubo de parar el festejo por una cornada en la rodilla derecha de 15 cms

Jiménez Fortes estuvo ayer entregadísimo en su encerrona en Málaga
Jiménez Fortes estuvo ayer entregadísimo en su encerrona en Málagalarazon

Cuajó a un victorino y hubo de parar el festejo por una cornada en la rodilla derecha de 15 cms.

Encerrarse con seis toros donde sea resulta siempre una gesta y Saúl Jiménez Fortes quiso hacerlo en casa. En la bella plaza de La Malagueta y con seis toros de distintas ganaderías. Emocionante fue el desarrollo de la tarde con momentos de muy distinta consideración. Sobresalió todo lo ocurrido con el cuarto, uno de los toros más esperados del festejo al ser de la ganadería de Victorino Martín, de excepcional clase el toro y soberbio el toreo que llegó a cuajar el diestro. Fue en este cuando resultó herido en la rodilla derecha y hubo que parar el festejo. Pero antes lo cuajó con una despaciosidad tremenda y sin renunciar nunca a la naturalidad de la verticalidad. Ocurrió todo con tremenda lentitud con ese ritmo que imprimió el toro a cada una de sus embestidas y con el que barnizó Fortes todo su trasteo. Cumbre por ambos pitones. Asentado, pureza y verdad en el toreo de Fortes. Hubo que parar el festejo al finalizar para valorar la trascendencia de la cornada de 15 cms. en la rodilla derecha, pero tiró para adelante y se hizo con un quinto de José Vázquez.

Hizo el esfuerzo con el manso, a pesar de que la sorpresa llegó con el sexto, sobrero de la ganadería de El Ventorillo (el titular de Jandilla fue devuelto) y con el que comenzó la faena de muleta con un silla. Fue el broche de oro a una tarde en la que pasaron muchas más cosas de lo que reflejan los resultados, se sobrepuso al toro que se dejaba sin más rebrincado y logró cortarle una oreja para cerrar la gesta y pasar por la enfermería.

A la puerta de toriles se fue con el primero. Declaración de intenciones mayúscula cuando te quedan cinco toros en los corrales. Le costó empujar al toro de Virgen María después en la muleta y quiso poner Fortes todo lo que faltaba. Toda la faena al natural hizo al segundo de La Palmosilla que fue buen toro. La buena faena no tuvo tanto eco en los tendidos como verdad en el ruedo. Se cambiaron las tornas y fue el toro de Victoriano del Río el que exigió más valor, seguridad y aplomo al torero malagueño. Desigual en el engaño y falto de entrega. Jiménez Fortes no volvió la cara jamás. Seguro, con aplomo, voluntad de hierro y el convencimiento de que no había llegado a Málaga para pasar la tarde. Y no la pasó en balde.