Toros

Toros

“La cornada de Cayetano le llegó desde la ingle hasta la rodilla”

Eva González y Fran Rivera llegan al hospital donde está ingresado el torero en Zaragoza

El diestro Cayetano Rivera (3d), tras ser cogido en la faena a su primer toro, de Parladé, durante la corrida de la Feria del Pilar de Zaragoza celebrada ayer
El diestro Cayetano Rivera (3d), tras ser cogido en la faena a su primer toro, de Parladé, durante la corrida de la Feria del Pilar de Zaragoza celebrada ayerlarazon

Eva González y Fran Rivera llegan al hospital donde está ingresado el torero en Zaragoza

Apenas habían pasado horas. Pero eran las peores, las del miedo, las de los temores, las de la carne abierta y la incertidumbre, cuando Curro Vázquez, apoderado de Cayetano Rivera, atendió al teléfono era ya la voz de un hombre tranquilo. El susto ya estaba pasado. Lo vivido el día anterior en la plaza de toros de Zaragoza con la cornada del menor de los Rivera había sido de dura gestión para las emociones. “Ya estamos más tranquilos. La cornada ha sido muy extensa, el orificio era muy grande y la sangre era muy oscura. Nos asustamos mucho. Pero hay que dar gracias a Dios una vez más, porque aunque la cornada le llega desde la ingle hasta casi la rodilla no le ha tocado nada de lo verdaderamente importante, así que hemos pasado el susto”, afirma el también matador de toros Curro Vázquez.

Fue el segundo toro de la tarde, de la ganadería de Parladé. Un buen toro. Un bravo ejemplar. Pero el toreo no perdona. Y cuando Cayetano toreaba al natural le prendió de una manera espeluznante, como lo fue después el parte médico que firmó Valcarreres. Se mantuvo Cayetano en el ruedo, a duras penas, con la cara ensangrentada y sangrando también por la herida que asomaba en el muslo izquierdo, para dar la última tanda. La del orgullo torero. Y se tiró a matar. Y así raudos se lo llevaron a a enfermería. El boquete que había dejado a su paso el pitón era demoledor: seis centímetros de orificio de entrada y tres trayectorias de cornada. Una de ellas, la ascendente llegaba al pubis y las otras dos, descendentes de 10 y 20 cm. Una barbaridad para el común de los mortales.

Ya ha pasado la primera noche, que debe ser la más dura, y lo ha hecho con las “molestias lógicas”, comenta Curro (Vázquez, además de apoderado y familia, también matador de toros). Incide en el milagro que una cornada tan extensa no haya tocado vasos sanguíneos importantes. Según informa a Efe el médico que le operó en la enfermería de la plaza y que le ha pasado consulta esta mañana, el doctor Valcarreres, “la herida presenta buen aspecto, los drenajes funcionan adecuadamente y tiene buen pulso medio”, aunque aun es pronto para hacer pronóstico definitivo sobre el alcance de la cornada.

Cayetano se encuentra ingresado en el Hospital Quirón de Zaragoza, donde fue trasladado directamente desde la plaza y donde llegó en la misma noche su mujer Eva González y donde ya se encuentra también su hermano, el matador de toros recién retirado Francisco Rivera Ordóñez.