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Toros

Rafael González: «Anunciarse en Madrid supone una gran ilusión y responsabilidad»

El novillero madrileño atiende en exclusiva a La Razón a menos de 24 horas de abrir la temporada en la plaza más importante del mundo, Las Ventas

El novillero madrileño se prepara en el campo para el importante compromiso de este domingo
El novillero madrileño se prepara en el campo para el importante compromiso de este domingolarazon

La temporada 2018 hizo de Madrid uno de sus bastiones. Para Rafael González, volver este domingo a pisar el albero venteño supone una ilusión y una responsabilidad. Tras 3 comparecencias, paseó 2 orejas (15 de abril y 13 de julio) y dio dos vueltas al ruedo, que sin duda valieron para ponerle en boca de los aficionados. Posiblemente de haber andado más certero con los aceros, hubiera logrado redondear alguna tarde y haber obtenido la Puerta Grande, esa «con la que todos los toreros soñamos».

2018 acabó con 14 paseíllos, y presencia en plazas de relevancia como Zaragoza, Gijón o Madrid y ferias de novilladas como Calasparra, Arganda, Villa del Prado, San Agustín de Guadalix, Guadarrama o Arnedo.

Mañana a estas horas ya estará de nuevo en Madrid, en esa plaza quiere hacer suya a base de entrega. Ahora está tranquilo, encerrado en el campo esperando que llegue el momento de ir a la plaza, y demostrar que el invierno ha merecido la pena.

¿Ha habido cambio? «No es un cambio, la palabra no es esa; la palabra es evolución. Busco que mi toreo evolucione, ahondar en él, interiorizarlo, para que luego fluya».

Se muestra firme, y su tono de voz denota seguridad en lo que cuenta, el objetivo es claro «abrir la Puerta Grande de Madrid», pero consciente de lo que supone torear en esta plaza.

Esta misma temporada, en Valdemorillo ya presentó sus credenciales demostrando lo que quiere ser, «Valdemorillo fue importante porque se pudo ver a lo que aspiro, cómo concibo el toreo y la disposición que tengo; porque quiero ser figura del toreo» sentencia.

Alberga buenas sensaciones, pero con los pies en el suelo, pues aunque el objetivo es claro, sabe que esto es cosa de dos y depende de los animales que mañana le toquen en suerte. «La tarde de mañana no la espero de ninguna manera prefijada, quiero salir en hombros, pero hay que tener en cuenta al toro» por lo que para hablar del resultado lo más sensato es esperar a que concluya la tarde, «mañana te cuento después de la novillada» nos emplaza; ojalá sea para contar que ese sueño, se hizo realidad.