Series
«The handmaid’s tale», en el trono de los Emmy
La adaptación de la novela de Atwood logra cinco de los premios más importantes.
La adaptación de la novela de Atwood logra cinco de los premios más importantes.
Se venía venir pero no se esperaba que el golpe de autoridad fuese tan contundente. «The Handmaid’s Tale» («El cuento de la criada») tenía 13 candidaturas en los Emmy –entre las categorías artísticas y técnicas– y se ha llevado 8 premios que no son precisamente la pedrea: Mejor serie, actriz protagonista, actriz secundaria, dirección y guión, entre otros. La claustrofóbica y turbadora (por lo áspero de la propuesta) adaptación de la novela de Margaret Atwood, presente en la gala, es de lo mejorcito que se ha emitido en televisión en los últimos años. Objetivamente su calidad es incuestionable pero no se puede obviar que ha tenido el don de la oportunidad. Esta distopía sobre una sociedad fundamentalista implantada en EE UU, en el que la mujer es deshumanizada para convertirse únicamente en un contenedor de bebés, no solo les gusta a los académicos por su virtudes, también se ha convertido en un recadito a Trump. Ya se sabe que la industria audiovisual estadounidense considera que son los guardianes de las esencias de la progresía y cada acto del presidente se ve como un pasó más a una autocracia. ¿Si hubiera estado «Juego de tronos» el éxito hubiera sido tan incontestable? Sí.
Internet también acecha
En términos empresariales, también se confirma lo que ya es un hecho: a las televisiones comerciales no solo le comen la tostada a las plataformas de pago, también Hulu que únicamente se puede ver en internet. Lo que sorprende en el ámbito comercial es cómo se ha atrevido a producir una serie tan árida. El Emmy a su protagonista, Elisabeth Moss, es un acto de justicia tras poner cara de nada seis veces consecutivas por su candidaturas gracias a su trabajo en «Mad Men».
La otra triunfadora de la noche es la miniserie «Big Little Lies» con cinco galardones. Este drama de la HBO está bien realizado y tiene enjundia. Narra la historia de tres mujeres con una vida, en teoría, pluscuamperfecta que, sin embargo, viven bajo la espada de Damocles de sus esposos. La ficción ha sido producto de un empeño personal y profesional de tres actrices que en los últimos años han perdido posiciones en la industria: Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Laura Dern. Más allá de manías personales de quien esto escribe –Kidman transmite emociones con cuenta gotas–, que haya recibido el Emmy a la mejor actriz en una miniserie se antoja injusto no porque su interpretación no sea concienzuda, sino porque se enfrentaba a Jessica Lange y Susan Sarandon. Palabras mayores. ¿Qué decir de «Veep»? La brutal e ingeniosa sátira política que tiene como protagonista a la arribista Selina Meyer logró lo previsto: Mejor serie de comedia, porque seis temporadas después lo sigue siendo –es increíble que los guionistas sigan sacando punta a los despropósitos que puede generar una líder descebrebada y su equipo que actúan como pollos sin cabeza–, al igual que el premio a Julia Louis-Dreyfus, que lleva seis años consecutivos ganándolo. No es que sus rivales estén un peldaño por debajo, entre ellas Jane Fonda y Lily Tomlin, lo que sucede es que su papel es impredecible. Lo que está claro es que ha sido el año de las series y los personajes femeninos de largo recorrido y con entidad.
Los académicos también han querido distinguir las aparatosas y descacharrantes imitaciones de Kate McKinnon y Alec Baldwin como Hillary Clinton y Donald Trump, respectivamente, en «Saturday Night Live». Ha sido un desahogo de los académicos. Y punto.
Las grandes perdedoras han sido «Westworld» que partía con el mayor número de nominaciones. No es el recambio de «Juego de tronos» por mucho que se empeñen y muy vistosa que sea. «Stranger Things» también se ha ido de vacío. Poco ha importado que guste su homenaje a las películas de misterios sobrenaturales de los 80. La duda es si, a pesar de ser tan eficaz en su narración, perdudará en el recuerdo. «The Crown» ha sido la gran damnificada. ¿Y «Feud»? Ryan Murphy ha recreado con gusto la relación de Bette Davis (Susan Sarandon) y Joan Crawford (Jessica Lange) en el rodaje de «¿Qué fue de Baby Jane?» (1962). Sin embargo, los académicos pensarán: «¿De verdad le importa ahora el cine a alguien con lo bien que lo estamos haciendo nosotros? Sí, pero esa es otra historia.
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