Carlos Alsina: «Me siento como un elemento extraño en un plató de televisión»

Balance de «Más de uno» (Onda Cero), espacio que combina la información y el análisis del primer tramo con el humor y el entretenimiento del segundo durante seis horas y media de radio de lunes a viernes.

Conoce todas las franjas horarias de la radio, pero, a pesar de los madrugones a las cuatro de la mañana, tiene cierta querencia por la matinal, donde ha transcurrido gran parte de su trayectoria en Onda Cero, donde empezó a trabajar hace 28 años. En abril de 2015, Carlos Alsina sustituyó a Carlos Herrera al frente de las mañanas y ha convertido el espacio «Más de uno» en un referente de las ondas. Desde septiembre afronta en solitario seis horas y media de radio, donde combina la información y el análisis del primer tramo con el entretenimiento y el humor del segundo.

–¿Qué balance hace del arranque de temporada?

–Es un poco pronto porque dos meses no son nada. Del programa desde 1995 se puede hablar y las sensaciones que tengo son solidez, que nos permite afrontar lo que tenemos por delante con tranquilidad; que el equipo está perfectamente capacitado para asumirlo y que la combinación de los dos tramos ha sido un acierto porque cuenta con una única personalidad y la misma filosofía. Nuestros objetivos son informar, entretener, aprender, descubrir historias y tomarnos las cosas con cierta relatividad.

–¿Era la primera vez que hacía tantas horas de radio?

–Con mi edad, sí (risas). Batí el récord de permanencia cuando era más joven y hacía un experimento un tanto marciano, una programación de 24 horas que nos repartíamos entre tres presentadores. Si cuando arrancó «Más de uno» me dices que tengo que hacer seis y media en solitario, me muero, porque, además, hacía «La brújula». La decisión de ser dos presentadores tuvo mucho que ver con eso y con poder contar con Juan Ramón Lucas, que en aquellos momentos no estaba en los micrófonos. Ahora está haciendo un producto estupendo por la noche.

–Pese a no ser competencia directa, ¿repercuten los matinales televisivos en la audiencia radiofónica?

–En conjunto, no creo que nos hayan quitado mucha. En la radio tenemos la idea de que a partir de las diez de la mañana debemos hacer temas más entretenidos, pero en la televisión hacen justo lo contrario. Los oyentes y los telespectadores son distintos, y supongo que nos hemos especializado porque el auditorio está convenientemente distribuido.

–¿Qué cree que identifica a «Más de uno»?

–En la segunda parte, que es la novedad de esta temporada, la filosofía es pasarlo bien porque queremos aprender, descubrir cosas e invitar a los oyentes a que jueguen con nosotros introduciendo elementos que estaban un poco desaparecidos en la radio. El juego con los invitados es que no se planteen a qué vienen, ya lo descubrirán, participen y déjense sorprender.

–¿Hay malos entrevistados o malos entrevistadores?

–Hay de todo, la cuestión es para qué quieres entrevistar a alguien. Cuando pregunto a un cargo público es para medir la coherencia y profundidad de sus planteamientos; saber si la persona que tengo delante es sincera en sus principios, casi siempre ideológicos, políticos y morales, y hasta qué punto su trayectoria demuestra eso o lo contrario. Lo que intento es entender bien sus argumentos, así que es muy importante que pueda explicarse adecuadamente, aunque eso conlleve el riesgo de que se enrolle como una persiana, y ahí es donde me toca intervenir.

–¿Le gustaría probar en la televisión?

–No.

–¿No le han tentado?

–Sí, claro, trabajo en un grupo que tiene unas cuantas televisiones y de vez en cuando se lo han planteado, pero han llegado a la conclusión de que no van a ninguna parte. No sé hacer televisión, ni me interesa mucho en este momento porque me lo paso muy bien en la radio, es donde estoy más acreditado.

–Tampoco se deja ver en la pequeña pantalla para promocionar «Más de uno»...

–Tengo claro que ganar oyentes tiene mucho más que ver con el programa que haces todos los días que con tener notoriedad puntual en televisión, en un periódico... Es importante saber que tu tiempo es limitado y que por mucho que te sientas Superman ninguno lo somos, cuanto más intentes abarcar, más te va a costar. Estoy cómodo en la radio porque es mi casa, pero me siento como un elemento extraño en un plató de televisión.

–No se prodiga haciendo entrevistas, ¿por qué ahora sí?

–Lo que me interesa es entrevistar a quien me apetece. Esto no quiero que suene a falsa humildad, pero no creo que periodísticamente sea interesante. No es que me incomoden, es que no tengo el hábito de hacerlas porque no soy el protagonista de nada en concreto.