Flora
La salud de los bosques españoles empeora
El estado de salud de la mayoría de los bosques españoles ha empeorado en 2012 respecto a 2011 debido a su menor capacidad de resistencia a agentes nocivos según reflejan los resultados de las redes europeas de seguimiento de daños en bosques, divulgados con motivo del Día Mundial Forestal, que se celebra mañana.
La salud de los bosques en 2012 se sitúa en una situación "intermedia", pero hay zonas en Galicia, Cataluña y el límite entre Cáceres y Badajoz donde "no es buena", ha explicado Gerardo Sánchez Peña, de la Dirección de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente durante su intervención en la jornada "Los Bosques y la Calidad del Aire".
Con respecto a 2011, ha añadido, "gran parte"de los bosques ha empeorado su salud porque ha descendido su capacidad de adaptación o resistencia a los agentes nocivos, algo en lo que ha influido un factor "determinante": la falta de agua.
Cuando un árbol no tiene suficientes reservas de agua es más vulnerable a los ataques externos, aunque la muerte de un bosque, ha recalcado Sánchez Peña, nunca se debe a la mano de un único asesino.
Más allá del déficit hídrico, insectos defoliadores y otros agentes nocivos, el experto también ha destacado la detección de óxido de nitrógeno en algunas zonas, entre las que ha citado áreas del Levante.
Las redes europeas de seguimiento de los daños en los montes (Red 1 y Red 2) tienen un control sobre 6.000 puntos en toda Europa, de los que 620 se encuentran en España (unos 14.000 árboles).
En la jornada, organizada por el Colegio de Ingenieros de Montes, el MAGRAMA y la Comisión y Parlamento Europeo, el director de Parques Nacionales, Basilio Rada, ha defendido el carácter de monte de utilidad pública de Valsaín (Segovia), unos pinares incorporados al futuro Parque Nacional de Guadarrama y cuyo proyecto de ley aprueba hoy el Congreso de los Diputados.
Según Rada y el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, además de los valores inherentes a la producción de madera, son relevantes los beneficios ambientales que ofrecen (evitan la erosión del suelo, absorben contaminación, son refugio de biodiversidad...).
Por su parte, el consejero técnico de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, José Antonio Díaz Lázaro, ha dicho que España cumple con holgura los límites de emisión de azufre -que en los últimos 30 años ha reducido en un 80 %-, pero rebasa los niveles de óxidos de nitrógeno (procedentes del transporte y del sector energía) que "pone los pelos de punta".
De este modo, y pese a la situación de crisis, el país ha elevado sus emisiones de óxidos de nitrógeno en alrededor de un 6 % en 2011 y 2012, lo que ha achacado sobre todo al consumo "como fieras"de carbón.
Siempre en relación a los objetivos que marca el Convenio de Ginebra sobre contaminación atmosférica, Díaz Lázaro ha añadido que España emitió en 2010 casi un 5 % de amoniaco, en lugar del uno por ciento establecido como límite.
El amoníaco procede sobre todo de los fertilizantes hidrogenados de la agricultura y del estiércol.
Por otro lado, ha apuntado a que algunos países europeos han empezando a plantear el problema del hexaclorobenceno -un aditivo conservante de la madera-, que se libera con la quema de la madera en las estufas y en las chimeneas.
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