Viajes
Cuaderno de viaje: de Triacastela a Sarria
Salgo de Triacastela para empezar la cuarta etapa de mi experiencia.
A la salida de esta pequeña población el camino se bifurca y hay que escoger: a mano izquierda, el monasterio benedictino de Samos; a mano derecha, la travesía continúa en dirección a San Xil. Esta última opción es 6,5 kilómetros más corta, aunque hay que superar un desnivel inicial de 238 metros. Me decanto por esta alternativa: recorreré unos 18 kilómetros en total.
Variante por San Xil
La subida a San Xil comienza por una pista asfaltada dirección A Balsa. Es un pueblo realmente pintoresco que llama la atención por su calma y belleza natural. Enseguida los robles empiezan a envolver esta cuesta hasta Fonte dos Lameiros. Un repecho me lleva hasta la altura de San Xil, cuya población no queda en el camino (para visitarla es necesario desviarse unos 4 kilómetros), y de ahí hasta el punto más elevado de la etapa: el alto de Riocabo. Aquí termina la parte asfaltada y comienza el tramo más bonito de hoy entre frondosos bosques de castaños, abedules y robles. Galicia 100%.
En el descenso hacia Montán es necesario caminar con cuidado. El suelo, formado por lajas de piedra, puede ser en algunos tramos resbaladizo, especialmente si ha llovido y está húmedo. La bajada continúa hasta Fontearcuda, donde hay que prestar atención para localizar el mojón que anuncia que Santiago se encuentra a 121,5 kilómetros y que esa es la senda que tenemos que tomar.
Cruzo el río. Los bosques centenarios dan lugar a prados verdes que me llevan hasta Furela, un buen lugar donde pararse a recuperar las fuerzas en un bar con ambiente peregrino que se encuentra a pie de carretera.
Después de este pequeño alto en el camino, dejo atrás Furela y entro en el concello de Sarria. A un kilómetro aproximadamente está Pintín, donde también hay lugares donde tomar algo y descansar. A partir de ahí, los tramos boscosos se alternan con los pasos por la carretera hasta Calvor - donde se puede visitar la iglesia de Santo Estevo - y Aguiada, donde confluyen las variantes para continuar hacia Sarria.
Desde Aguiada hasta Sarria
Este último tramo muestra a lo lejos de manera casi constante el final de la etapa. Apenas 5 kilómetros de bajada me separan de mi destino. Es el momento de disfrutar del fin de una etapa que me lleva hasta un punto clave del Camino Francés: Sarria. Es uno de los lugares más populares para iniciar el camino, ya que está a 100 kilómetros de Santiago, la cantidad mínima requerida para solicitar la compostelana. Para quienes hemos comenzado el camino un poco antes también es un lugar donde empezar a ilusionarse con la meta:
¡Santiago de Compostela está cada vez más cerca!
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