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El pueblo de España más bonito al que tienes que viajar en el mes de abril, según National Geographic

La prestigiosa revista de viajes recorre uno de los rincones más fotografiables de España por la coherencia cromática de su paisaje

Vista de Albarracín (Teruel) y su muralla
Vista de Albarracín (Teruel) y su murallaWikipedia

El cambio de hora supone que los días vayan siendo cada vez más largos hasta llegar al solsticio de verano. A partir del mes de abril hay más horas de sol para disfrutar del tiempo de ocio al aire libre. Muchos aprovechan para hacer escapadas de fin de semana por los rincones más recónditos de la geografía española y disfrutar de las postales que regalan sus diversos paisajes.

La prestigiosa revista National Geographic recomienda conocer un pueblo aragonés en abril, ya que en este mes "su entorno -la bella sierra de Albarracín- florece y en el que los días más largos no evitan que al atardecer vibre los matices de su conjunto monumental de forma única". Se trata de Albarracín, un pueblo turolense donde el visitante podrá "adentrarse en sus estrechos callejones, pasear entre el característico color que define su encanto o descubrir los secretos de su catedral", han argumentado desde la revista.

Con alrededor de 1.000 habitantes censados, este municipio de interior está construido con piedra de tonos rojizos que impregnan con el yeso de la sierra de Albarracín. Sus atardeceres dejan impregnadas en la retina de los turistas imágenes espectaculares por la coherencia cromática de su casco histórico, que fue declarado en 1961 como Conjunto Histórico-Artístico por la UNESCO. Levantado sobre los meandros del río Guadalaviar, el pueblo aún conserva intacta la muralla defensiva que rodea completamente el casco histórico de la localidad.

Patrimonio histórico de interés

El mapa turístico de Albarracín señaliza varios lugares que todo turista debe visitar durante su estancia en el municipio. El alcázar de Albarracín y su muralla constituye un castillo medieval que construyeron los musulmanes a su paso por la península Ibérica. Fue la primera edificación que conoce el municipio, en la que vivieron los miembros de la familia bereber Banu Razin (de ellos deriva el nombre de este pueblo). Su estratégica orografía, que sirvió como defensa ante amenazas externas, permitió crear un pequeño reino de taifa con una importante actividad comercial.

Otro emblema de la localidad es la catedral del Salvador de Albarracín. Este templo cristiano, sede catedralicia de la diócesis de Teruel y Albarracín junto con la catedral de Teruel, llama la atención por su torre coronada por azulejos. Desde su construcción, primero como mezquita musulmana y después sustituida por una catedral cristiana hacia el siglo XIII, el edificio ha tenido que ser rehabilitado en varias ocasiones, cuyas obras de restauración han descubierto una serie de frescos. Actualmente solo se puede conocer mediante las visitas guiadas que organiza la fundación Santa María de Albarracín.

Interior de la catedral del Salvador de Albarracín
Interior de la catedral del Salvador de AlbarracínAyuntamiento de Albarracín

Bajando la calle Santa María se encuentra el antiguo Palacio del Obispo o Palacio Episcopal. En sus estancias cuenta con la capilla del obispo Fray Jerónimo Fombuena, la biblioteca y archivo, las dependencias exclusivas del obispo, o la portada, rematada por el escudo del obispo Juan Navarro Gilaberte. El edificio, que constituye un verdadero ejemplo de la arquitectura palaciega del siglo XVIII, fue construido, al igual que el resto de inmuebles, con los materiales rojizos que predominan en el entorno natural del municipio. A día de hoy acoge la sede la Fundación Santa María de Albarracín donde se realizan cursos y congresos.

Palacio del Obispo de Albarracín
Palacio del Obispo de AlbarracínAyuntamiento de Albarracín