Feria de Abril

Rafaela y Enrique, el matrimonio octogenario que cumple su sueño de volver a la Feria de Sevilla

La pareja ha podido disfrutar de este evento después de 15 años gracias a la colaboración entre Civitatis y Adopta Un Abuelo

Rafaela y Enrique en la Feria de Sevilla
Rafaela y Enrique en la Feria de SevillaCivitatisCivitatis

Rafaela tiene 87 años y Enrique, su marido, 86. Ambos son sevillanos de nacimiento, sin embargo, en la actualidad viven en una residencia de Madrid, lo que les ha impedido poder volver a la Feria de Sevilla desde hace más de una década.

La ciudad se transforma durante una semana en un escenario de película con farolillos suspendidos en el aire, hombres trajeados, casetas llenas de gente que vibran al ritmo del flamenco, mujeres luciendo trajes de gitana con volantes y flores que adornan su pelo y rebujito con el que brindar con amigos y extraños. La pareja sevillana en estos últimos 15 años no ha podido ser testigo de esta tradición, sin embargo, este 2025 eso ha cambiado. Rafaela y Enrique han podido disfrutar de una experiencia completa que les "ha devuelto la ilusión", gracias a la colaboración entre Civitatis, la plataforma de venta de actividades en español, y Adopta Un Abuelo, el programa de acompañamiento intergeneracional que conecta a personas mayores con voluntarios.

Antes de llegar al Real, donde tiene lugar la feria, la pareja octogenaria realizó un tour por el Alcázar, la Catedral y la Giralda de Sevilla, redescubriendo los tesoros históricos de su ciudad natal. La experiencia culminó con un paseo en barco por el Guadalquivir, desde donde contemplaron Sevilla.

Tras un día lleno de emociones, llegó el momento de pisar el Real y la pareja, vestida con sus mejores galas, volvió a formar parte de esta feria como si el tiempo se hubiese detenido. "Como mi Sevilla no hay nada. Esto no lo supera nadie", comentó Rafaela, con lágrimas en los ojos. Enrique, por su parte, no perdió la sonrisa en toda la jornada: "Después de 15 años sin ver la feria, esto es maravilloso".

"Este emotivo reencuentro con una de las tradiciones más queridas de Andalucía demuestra que los sueños no tienen edad. Siempre hay tiempo para volver a lo que nos hace felices", sentencian desde Civitatis y Adopta Un Abuelo, quienes buscan seguir promoviendo experiencias significativas para las personas mayores y luchar contra su soledad.