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Sentirse el número uno en The One Barcelona
Ubicado en el corazón de la Ciudad Condal, en la elegante intersección de las calles Pau Claris y Provença, The One Barcelona se alza como un auténtico templo del lujo contemporáneo
Este hotel cinco estrellas gran lujo, el primero de su categoría dentro del catálogo de H10 Hotels y buque insignia de su marca más exclusiva, The One by H10 Hotels, ofrece una experiencia de alojamiento que combina con maestría el diseño sofisticado, el arte contemporáneo y una propuesta gastronómica de altísimo nivel. Desde su inauguración en enero de 2017, se ha consolidado como una de las joyas urbanas más destacadas de la Ciudad Condal, a solo unos pasos del Passeig de Gràcia y de la emblemática Pedrera de Gaudí, en plena «milla de oro» del modernismo barcelonés.
The One Barcelona no es simplemente un lugar donde descansar, sino un refugio elegante para los sentidos. Sus 88 habitaciones, entre ellas 25 suites, destacan por su amplitud, su cuidado interiorismo y una atmósfera que transmite serenidad y exclusividad. Cada estancia ha sido diseñada con materiales nobles, tonos suaves, textiles de altísima calidad y una iluminación delicadamente pensada para crear ambientes acogedores. Pero más allá de su diseño refinado, hay un elemento que convierte a cada habitación en una pequeña galería privada: las obras de arte del prestigioso artista chileno Fernando Prats. Su serie «Pintura de pájaros para una habitación privada», concebida en exclusiva para el hotel, se presenta como una intervención artística de gran sensibilidad. Usando el humo como materia pictórica, Prats logra capturar la huella del vuelo de aves domésticas, generando composiciones etéreas, poéticas y profundamente personales. Estas piezas no solo adornan las habitaciones, sino que establecen un diálogo íntimo con el espacio, integrando el arte como un componente esencial de la experiencia de lujo.
El compromiso de The One Barcelona con el arte no se limita a sus habitaciones. El hotel alberga una cuidada colección de piezas firmadas por grandes nombres del panorama artístico contemporáneo, entre los que destacan Antoni Tàpies, Joan Miró, Manolo Valdés, Yago Hortal o Mina Hamada. Esta sensibilidad por la creación visual impregna todo el establecimiento, desde el vestíbulo hasta los rincones más discretos, convirtiendo el hotel en una especie de museo vivo, donde el arte no se contempla desde la distancia, sino que se habita.
Una carta a la catalana
La experiencia sensorial continúa en sus espacios gastronómicos, auténticos altares del buen comer en la ciudad. En la planta baja, el Somni Restaurant & Coctelería invita a disfrutar de una propuesta culinaria de autor que combina creatividad y tradición, y cuya carta de temporada se presentó el pasado otoño. Bajo la batuta del chef Miguel Muñoz, la cocina catalana se presenta renovada, viva, profundamente sabrosa y enraizada en los productos de temporada: aromas mediterráneos con ingredientes como setas silvestres, trufa fresca, boniato o calabaza, que se transforman en platos sofisticados y llenos de matices. Entre sus joyas culinarias destacan los clásicos reinventados como el fricandó de ternera ecológica con boniato y remolacha, el bacalao con jugo de estofado de callos y garbanzos, o el cochinillo confitado sobre hojaldre de manzana ácida. Mención especial merecen los arroces, como el arroz seco de gamba roja, el arroz de setas con perdiz, o el de alcachofa y tomate seco. El capítulo dulce del restaurante es igualmente tentador, con propuestas como la tarta Alaska, el Ferrero de avellanas o la crema catalana con helado de «carquinyolis», que rinden homenaje al recetario local desde la alta repostería.
En un ambiente más distendido pero igualmente exclusivo, el Mood Rooftop Bar, ubicado en la última planta del hotel, proporciona vistas espectaculares al skyline de la ciudad y a la Sagrada Familia; esta terraza es el lugar ideal para disfrutar de una copa al atardecer o de una experiencia gastronómica informal, pero sorprendente. Durante los meses de invierno, este espacio acoge la celebrada Mood Swiss Fondue Experience, una propuesta culinaria que traslada los sabores de los Alpes suizos a la Ciudad Condal. Con fondues tradicionales como la Moitié-Moitié, la fondue al cava o la fondue de trufa, acompañadas de entrantes alpinos como los malakoff (buñuelos de queso), el rösti con queso fundido y trufa o los alplermagronen (macarrones estilo alpino), este evento se ha convertido en una cita ineludible en la agenda gastronómica de la ciudad.
Bienestar y sostenibilidad
Pero The One Barcelona también es un santuario de bienestar. Su zona wellness, Despacio Spa at The One, ofrece un refugio de relajación absoluta. Con tratamientos de la prestigiosa firma iS Clinical, este spa cuenta con una «experience pool», sauna finlandesa, sala de relajación y cabinas privadas para terapias faciales y corporales. Ya sea para desconectar tras un día de turismo o para regalarse un momento de cuidado profundo, este espacio invita al huésped a reconectar con su cuerpo y su serenidad.
En consonancia con su sofisticación y compromiso con la excelencia, The One Barcelona también ha asumido con firmeza los principios de sostenibilidad y responsabilidad social a través del programa Stay Green de H10 Hotels. Energía 100% renovable, sistemas de eficiencia hídrica, productos ecológicos y una política activa de integración social forman parte de un enfoque que demuestra que el lujo puede y debe ser responsable.
A todo ello se suman servicios como gimnasio 24h, salones privados para eventos y reuniones, un equipo de conserjería Clef d’Or que se anticipa a cada deseo del huésped y la posibilidad de alojarse con mascotas. The One Barcelona no deja ningún detalle al azar y cada aspecto de su propuesta está orientado a ofrecer una experiencia memorable, refinada, impregnada de arte, sabor y bienestar. Así, alojarse allí no es simplemente pasar una noche en un hotel, sino sumergirse en una atmósfera de excelencia, donde cada rincón cuenta una historia y cada experiencia deja una huella tanto en el viajero curioso que quiere descubrir la ciudad desde el corazón mismo de su belleza, como para el visitante que busca intimidad, arte, gastronomía y una atención esmerada.