Uno de los mayores atractivos de viajar es descubrir la gastronomía local. Probar nuevos sabores, explorar ingredientes desconocidos y adentrarse en las costumbres culinarias de otros países forma parte esencial de cualquier experiencia viajera. Sin embargo, no siempre se trata de una buena idea, especialmente cuando la seguridad alimentaria no está garantizada o cuando la curiosidad puede llevarnos más allá del sentido común.
Como agente de viajes profesional y viajero empedernido desde hace más de 30 años, la cara visible de la agencia de viajes Turama, ha tenido la oportunidad de conocer decenas de países, recorrer cientos de ciudades y sentarse en todo tipo de mesas. Y si algo ha aprendido es que, por muy apetecible que suene “probar algo típico”, hay platos que es mejor evitar. Por motivos sanitarios, éticos o simplemente por sentido común.
Estos son, en su experiencia, los cinco platos internacionales que nunca recomendaría probar a ningún cliente. Ni siquiera al más intrépido.
El huevo centenario en China
Considerado una “delicatessen” en muchas regiones de China, el huevo centenario consiste en conservar un huevo de pato, gallina o codorniz durante varias semanas o incluso meses, hasta que la yema adquiere una textura cremosa y el exterior se torna de un color oscuro verdoso o negro.
Aunque el nombre sugiere antigüedad milenaria, el proceso es más moderno, aunque no menos polémico. El sabor es fuerte, el olor, penetrante, y la textura, difícil de describir con cortesía. Para algunos, una exquisitez; para otros, una prueba de resistencia.
Los Cupcakes en Estados Unidos
A primera vista, parecen inofensivos. Incluso tentadores. Pero tras su colorido glaseado, los cupcakes esconden un postre desequilibrado: masas secas y poco sabrosas cubiertas con cantidades excesivas de crema de mantequilla, azúcar o sucedáneos que rozan lo artificial.
La idea es que uno puede personalizarlos con todo tipo de toppings, pero la realidad es que pocos superan la mediocridad, y su popularidad se debe más al marketing que a su valor culinario. Dulces para la vista, sí, pero no tanto para el paladar.
Foie gras en Francia
Detrás del refinado nombre de “foie gras” se esconde un proceso de producción muy cuestionado: el engorde forzado de patos y ocas hasta que sus hígados aumentan de tamaño de forma antinatural.
Si bien la cocina francesa ha sabido dotarlo de prestigio y convertirlo en símbolo de alta gastronomía, no se puede ignorar el componente ético. En muchos países está prohibido su método de elaboración. Lujoso, sin duda; imprescindible, en absoluto.
Fish and Chips en Reino Unido
Icono de la cocina británica, el “fish and chips” puede encontrarse en cada rincón del Reino Unido. Se trata de pescado rebozado, generalmente bacalao o merluza, acompañado de patatas fritas.
El problema no es la simplicidad del plato, sino su ejecución. En muchos casos, el exceso de grasa, la falta de frescura del aceite y la ausencia total de verdura o equilibrio nutricional hacen de este plato un riesgo digestivo más que una experiencia culinaria. A veces, basta con olerlo para reconsiderar.
Comida callejera en la India
La India es un país fascinante, con una de las gastronomías más ricas, variadas y especiadas del planeta. Sin embargo, su comida callejera presenta riesgos evidentes para quienes no están acostumbrados a las condiciones sanitarias locales.
Comer en la calle en ciudades como Delhi, Jaipur o Mumbai puede convertirse en una experiencia inolvidable, pero no necesariamente por sus sabores. La falta de refrigeración, la manipulación de los alimentos y el uso de agua no potable convierten cada bocado en una lotería microbiológica. Para estómagos no entrenados, el precio a pagar puede ser alto.
Explorar la gastronomía de otros países es una forma maravillosa de conocer su cultura. Pero no todos los platos son aptos para todos los viajeros. Y aunque la curiosidad es una buena compañera de viaje, la prudencia lo es aún más.
Saber qué evitar también es parte de viajar con inteligencia. Porque no siempre hay que probarlo todo para decir que se ha estado allí.