El desafío independentista

Contra el referéndum, pero contra el PP

La Razón
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El «proceso» independentista siempre ha exhibido su carácter «transversal» –rentas altas, medianas y bajas; derecha, centro y extrema izquierda– como ejemplo de que era todo el pueblo de Cataluña quien apoyaba este choque frontal contra el Estado. Sus errores –puede que su verdadera idiosincrasia totalitaria– les ha llevado a aprobar leyes que barrían de un plumazo las mínimas garantías democráticas y a toda la oposición. Su único apoyo en estos momentos es la izquierda radical y los abertzales, siempre dispuestos a echar una mano cuando se trata de ir contra nuestras instituciones democráticas. Ayer pudo verse de nuevo en Madrid, en un acto que contó con la comprensión de la alcaldesa Manuela Carmena y que, como era de esperar, creyó que defender el derecho de autodeterminación pasaba por acabar con el «régimen del 78», el leitmotiv podemita. Ayer, «El País» insertó de pago un manifiesto contra el referéndum del próximo 1 de octubre, lo que celebramos, aunque llega demasiado tarde. Los mil firmantes se declaran «personas de izquierda» que «rechazamos las políticas del gobierno de Rajoy». Están en su derecho, pero parece que ese es el salvoconducto que deben exhibir por estar en contra del desafío independentista, no sea que en algún control de los laboratorios de análisis nacionalistas encuentren gotas de sangre jacobina. A más de uno le gustaría que el 1-O sólo sea una «movilización» contra el Gobierno.