Policía

La Guardia Civil busca a Diana por tierra, mar y aire

La Guardia Civil mantiene abiertas todas las hipótesis: desde una posible marcha voluntaria hasta que haya sido víctima de algún acto violento

La Guardia Civil busca a Diana por tierra, mar y aire
La Guardia Civil busca a Diana por tierra, mar y airelarazon

La hipótesis de una marcha voluntaria, muy fuerte al inicio de la investigación, se encuentra casi desechada. Se cree que la joven regresó a su casa tras las fiestas para cambiarse de ropa y volvió a salir después.

Mientras continúa creciendo el dolor y la angustia de familiares y amigos, tratar de conocer el paradero de Diana se ha convertido en un puzle difícil de resolver. Las hipótesis continúan siendo múltiples y, por el momento, todas ellas están sobre la mesa. Tras una semana sin tener noticias de la joven madrileña, cuyo rastro se perdió la madrugada del lunes en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), las labores de búsqueda se han intensificado. Efectivos de la Guardia Civil la buscan ya por tierra, aire y también por costa. En esta búsqueda contra reloj el tiempo juega en contra. No obstante, desde la Guardia Civil aseguraron ayer a este periódico que las batidas que se están realizando desde primera hora de la mañana «no son para buscar un cadáver, sino a una desaparecida», o cualquier indicio o pista que pueda ayudar a dar con su paradero. «Al no haber dado resultado las primeras indagaciones sobre dónde fue, las entrevistas con sus amigos, ni sobre el teléfono, que está apagado, se ha ampliado la búsqueda».

El domingo se sumó a este dispositivo terrestre un helicóptero que ayuda en las labores de rastreo en los montes, y «también se la está buscando por costa», añadieron las mismas fuentes. En concreto, la Infantería de Marina, que está realizando diferentes rastreos por la ría de Arosa. Además de las batidas, todas las patrullas de la Guardia Civil del país están en alerta. A la espera de que estas labores de rastreo e investigación den sus frutos, «La Voz de Galicia» publicaba ayer que los responsables de la investigación sospechan que la joven de 18 años pasó por su casa tras las fiestas antes de desaparecer al haber encontrado en la vivienda una prenda que habría llevado puesta la joven la noche en la que se perdió su pista. Un extremo que negó su madre, pero que también fue confirmado por este periódico sin que las fuentes consultadas precisaran el motivo concreto por el que la joven regresó a su casa de vacaciones y se volvió a ir. La búsqueda por tierra, mar y aire no ha concluido con el hallazgo de ningún indicio que pueda aportar datos sobre el lugar en el que se podría encontrar la joven: ni prendas de ropa ni su teléfono móvil, que lleva apagado desde el lunes. Tampoco las búsquedas, en las que han participado equipos caninos, han evidenciado señales de forcejeo en el camino desde el lugar en el que se pierde la pista de Diana y su domicilio. Asimismo, la familia de Diana Quer ha confirmado que en la casa en la que la joven se encontraba veraneando junto a su madre y su hermana está su DNI y han aclarado que no llevaba tarjetas de crédito ni gran cantidad de dinero en efectivo cuando desapareció. Hechos que, consideran, refuerzan la tesis de una «retención forzosa» defendida por la familia y amigos de Diana desde que supieran de su desaparición.

Lo que han confirmado sin atisbo de duda es que cuatro días antes de la desaparición de Diana se produjo una fuerte discusión familiar por la que tuvieron que ser atendidas en un centro de salud la madre, Diana López-Pinel y la hermana de la joven, Valeria Quer, aquejadas ambas de una crisis de ansiedad. Sin embargo, no consideran la trifulca doméstica «relevante» en lo que a la desaparición de Diana se refiere, ya que defienden que se trata de un incidente «normal», como los muchos episodios similares que pueden darse en el seno de la convivencia familiar.

Según José Luis Piñeiro García, alcalde de A Pobra do Caramiñal, las hipótesis principales que se manejan son tres: que sufriera un accidente o fuera víctima de una acción violenta en el municipio esa noche, que esté retenida contra su voluntad o que se haya ido por voluntad propia. La Guardia Civil no descarta todavía ninguna hipótesis aunque, sí en un primer momento, la posibilidad de que Diana hubiera decidido abandonar el domicilio familiar de manera voluntaria era fuerte, con el paso de los días parece cada vez más improbable. La teoría que vinculaba directamente al entorno de los feriantes –en concreto a tres personas de dicho círculo– con la desaparición de la joven ha quedado descartada tras interrogar al hombre de piel oscura que había molestado a otras mujeres de A Pobra con frases como «ven aquí, morena», mismas palabras que habría proferido a Diana en torno a las 2:42 horas de madrugada del lunes y que la llevaron a escribir un mensaje de Whatsapp a uno de sus amigos de Madrid en el que le hacía saber que estaba «acojonada».

La Policía también ha interrogado a los otros dos hombres del mismo entorno señalados en un primer momento y las pesquisas les han llevado a la misma conclusión; ninguna hipótesis plausible vincula a los feriantes con la desaparición de Diana.

Tal y como asegura el alcalde de A Pobra,Piñeiro García, «no se puede apuntar así como así a un colectivo. Es una vía muerta: la Guardia Civil tiene evidencias de que Diana estaba bien horas después de que mandara ese mensaje. Por eso, cuando quisimos organizar batidas nos dijeron que no lo hiciéramos, ya que tenían la teoría de que había sido un acto voluntario».

En este sentido, Piñeiro García reconoce que la negativa a que participen los voluntarios que así lo deseen resulta un poco frustrante, pero es comprensible. «Nos hemos ofrecido siempre a hacer un llamamiento ciudadano, pero la Guardia Civil nos ha pedido esperar. Mucha gente nos lo reclama, pero debemos hacer lo que los expertos consideren que es mejor. Ahora se está buscando en zonas forestales donde hay pistas solitarias. Hay profesionales trabajando en la búsqueda de pruebas o en el cuerpo, pero no es la única vía, la buscan de otras muchas maneras y barajan varias hipótesis de trabajo. Si tuvieran la prueba clara de que Diana ha sido vista en cualquier ciudad, dejarían el rastreo».

La Guardia Civil ha analizado las cámaras que se ubican en varias carreteras y otros lugares del pueblo, como, por ejemplo «aquellas que se ubican a lo largo de toda la autovía de Braganza y que pudieron grabar a los vehículos que pasaran por ahí. Pero, el momento, desconozco si se ha obtenido alguna prueba importante a partir de ellas», asegura Piñeiro García. Como respaldan las palabras del alcalde, el misterio que rodea a la desaparición de la joven continúa siendo una barrera, hasta el momento, muy difícil de derribar. «Los especialistas que trabajan en la búsqueda tienen todas las hipótesis abiertas, lo que no tienen es una vía tan clara como como al principio, cuando creían que había muchas posibilidades de que la desaparición de la joven hubiera sido voluntaria. Es un asunto muy complicado, hay cosas que no encajan».

La pista de Diana Quer se pierde la madrugada del lunes 22 de agosto mientras regresaba caminando a casa tras pasar unas horas junto a varias amigas en las fiestas del Carmen dos Pincheiros en el municipio coruñés de A Pobra. La joven, de 1,75 metros de altura, complexión delgada, morena y de pelo largo y ojos oscuros, vestía un pantalón corto rosa, una camiseta blanca y una sudadera y calzaba zapatillas deportivas con cordones de color negro. En su trayecto hasta la casa donde se alojaba en verano junto a su madre y su hermana –y a la que llevaba acudiendo desde la más tierna infancia–, pasadas las dos y media de la madrugada, se pierde su pista. Si bien, las últimas informaciones apuntan a que habría regresado a su casa y vuelto a salir, nada se sabe de ella desde la madrugada del domingo. Su madre sostiene que fue a las 8:30 de la mañana del lunes cuando se percató de que su hija no estaba en su habitación. Tras intentar, sin éxito, localizarla a través del teléfono móvil, ese mismo mediodía denunció su desaparición.