Una niña recibe la confirmación de que la felicitación de cumpleaños a su padre muerto “ha llegado al cielo”

Nigel Morgan, soldado que sirvió en Bosnia murió por una neumonía bronquial en junio del año pasado. Su mujer Laura quedó al cargo entonces de la pequeña Holly Morgan, de cinco años, en su casa de Widnes en Cheshire. Con motivo del cumpleaños de su padre fallecido, la pequeña decidió enviarle una felicitación por carta. No se puede expresar con palabras cuando recibió una contestación del servicio postal británico confirmando que "la carta a su padre ha sido enviada al cielo".

Laura Allen, de 32 años, no se sirprendió cuando su hija Holly quiso enviarle una felicitación a su padre por su 47 cumpleaños. Nigel Morgan sirvió en el Royal Logistic COrps en Irlanda del Norte durante la primera guerra del Golfo y también estuvo destinado en Bosnia, pero desgraciadamente falleció el año pasado. Pero Holly, según cuenta su madre, ya le había pedido enviar un globo con los coleres del Liverpool FC, el equipo favorito de Nigel, al cielo por Navidad. Así que la niña escribió la felicitación y puso en el sobre "a papá en el cielo" y lo llevaron a la oficina de correos.

Y cuál fue la sorpresa de ambas cuando recibieron una carta de la Royal Mail. Holly le pidió a su madre que la abriera y la leyera y estaba muy nerviosa, pero feliz. La carta decía que "Mientras entregamos su publicación, nos dimos cuenta de algunas preocupaciones. Solo quería aprovechar esta oportunidad para contarle sobre cómo logramos la entrega de su carta a su padre en el cielo. Este fue un desafío difícil cuanto menos, después de evitar las estrellas y otros objetos galácticos en ruta hacia el cielo". Y continuaba asegurando que a pesar de estas dificultades, "tenga la seguridad de que su carta a su padre ha sido entregada. La prioridad de Royal Mail es garantizar que el correo de nuestros clientes se entregue de forma segura. Sé lo importante que es tu correo para ti", y prometió a la familia mantenerla informada de la entrega.

La madre de Holly había oído hablar de gente que contesta este tipo de cartas y algo sospechó cuando el jefe de correos al ir a entregar la felicitación le había dicho que "necesitamos un sello especial porque iba al cielo y que pusiéramos nuestra dirección detrás para hacernos saber" si todo había ido bien.