Política

Corre, que tengo prisa

El presidente en funciones tiene prisa. Basta con comparar sus movimientos entre abril y septiembre, que fueron prácticamente nulos, con la frenética actividad que ha tenido su equipo negociador en las últimas semanas.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el Congreso
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el CongresoEmilio NaranjoEFE

A estas alturas, en ERC nadie duda sobre su abstención en la investidura de Pedro Sánchez, lo único pendiente es cómo hacerlo para no perder apoyos electorales y asegurarse la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones. El presidente en funciones tiene prisa. Basta con comparar sus movimientos entre abril y septiembre, que fueron prácticamente nulos, con la frenética actividad que ha tenido su equipo negociador en las últimas semanas.No es lo único diferente, también lo son los protagonistas.

Carmen Calvo e Iván Redondo han sido descabalgados de la mesa negociadora y en la cúpula del PSOE dan importancia a ese hecho.Solo así se explica que Adriana Lastra iniciase la ronda de conversaciones sin los dos protagonistas de aquella Mesa de Diálogo que trajo la controversia del famoso “relator”.Cada uno considera que las prisas en el nuevo proceso les benefician. En unos días habrá una decisión sobre la euroorden contra Puigdemont. [ ]El día 19, el Tribunal de Estrasburgo decidirá sobre la inmunidad de Oriol Junqueras y el 21 hay un congreso de ERC.

Un calendario complicado en el que es posible que a partir de las nuevas decisiones judiciales se complique todavía más el calendario catalán.Lo único que le faltaba al aparato de ERC es perder la dirección del partido por un error de cálculo o que JxCat se fortalezca y les arrebate la prevista hegemonía en las autonómicas. Por eso, para ellos, liberarse cuanto antes de la presión de la investidura es una prioridad.Además, son conscientes de que el PSOE necesita formar gobierno cuanto antes y el mejor momento para lograr sus objetivos de negociación es ahora.

Las razones de la nueva velocidad que ha imprimido Sánchez residen en que desde que tomó posesión como presidente del gobierno no ha conseguido ejercer como tal ni un solo día. Los primeros meses porque con 85 diputados, sencillamente, no se puede gobernar y en los últimos ocho meses está en funciones.Todo eso junto le convierte en residente en la Moncloa, pero le deja lejos de aparecer como un gobernante. Demasiado tiempo en esa circunstancia se traduce inevitablemente en erosión porque desde el primer momento los electores le han situado como responsable de la falta de acuerdos. No obstante, hay algo peor que haber forzado una repetición electoral, que es ser percibido como incapaz de tejer acuerdos con los demás.

Podemos ya tiene lo que quería, sus ministerios, evidenciando que las cuestiones programáticas pueden esperar para un momento mejor y el resto de apoyos regionalistas le vienen bien al PSOE para aprobar, cuando toque, los Presupuestos Generales en los que se plasmarán las razones de los apoyos.Todo se está desarrollando como si fuera un congreso interno de un partido y no el futuro del Estado. Quizá es porque los líderes no han hecho otra cosa en su vida que congresos en sus partidos.