La muñeca “poseída” de “Frozen” que siempre vuelve con su familia

Una muñeca de Elsa llegó a la vida de Aurelia, una niña del área de Houston, en la Navidad de 2013 y lo hizo para quedarse contra viento y marea. Al igual que en el título de Disney, Elsa forjó un vínculo muy fuerte pero en lugar de Ana eligió a la hija de Emily Madonia, que compartió su historia en Facebook y rápidamente se volvió viral.

Según relató Madonia, al principio todo era normal. Al tocar el collar de la muñeca entonaba el “Let it go” y su hija disfrutaba mucho con ella. Los primeros síntomas de que algo extraño ocurría se produjeron en 2015, cuando la muñeca comenzó a interpretar la canción en español y en inglés de forma aleatoria. La princesa de hielo no tenía ningún botón que permitiera cambiar el idioma, pero la familia no le dio mayor importancia y pensó que se trataría de algún problema con el mecanismo del juguete.

Con el paso del tiempo, la muñeca siguió haciendo cosas extrañas. A pesar de no haberle cambiado nunca las pilas, seguía funcionando incluso cuando estaba apagada y de repente se comenzaba a hablar y a cantar sin que nadie presionara ningún botón.

Como el dispositivo parecía estropeado, la familia decidió en 2019 deshacerse de ella. Pero lo que no sabían es que Elsa no quería abandonarlos y siempre regresaba. Primero la tiraron a la basura (un hecho criticable en la era del reciclaje, pero bueno), pero semanas después la protagonista de “Frozen” aparecería sentada en una butaca de su salón.

En un primer momento, esta profesora de violín pensó que habían sido sus hijos que no querían desprenderse de ella, pero le dijeron que ellos no habían rebuscado en la basura. Y les creyó. A partir de ese momento, Elsa se olvidó del inglés y comenzó a hablar y a cantar sólo en español.

Madonia volvió a intentar deshacerse de ella. Su marido la metió en dos bolsas de plástico y la metió al fondo de un cubo de basura y la tiraron antes de marcharse de viaje. Nadie de la familia pudo rebuscar en la basura para recuperarla, por lo que la familia pasó sus vacaciones y se olvidó de la muñeca.

Sin embargo, cuando regresaron a casa Elsa estaba esperándoles en la puerta.

En ese momento, Madonia decidió pedir ayuda en Facebook. “Ok chicos, en serio, necesitamos ayuda. Para recapitular para aquellos de ustedes que no han estado siguiendo nuestra saga de muñecas Elsa, Mat la tiró hace semanas y luego la encontramos dentro de casa de un banco de madera”. “Nos extrañó así que la envolvimos en su propia bolsa de basura y pusimos esa bolsa de basura dentro de otra bolsa de basura llena de basura y la metimos en el fondo de nuestro cubo debajo de un montón de otras bolsas de desperdicios. Sacamos el cubo y se lo llevaron. Genial, ¿verdad? Salimos de la ciudad y nos olvidamos de eso. Hoy Aurelia me ha dicho: ‘Mamá, vi la muñeca Elsa de nuevo en el patio trasero’. Ayudarnos a deshacernos de este muñeca encantada”.

En el post, comenzaron a llegarle todo tipo de comentarios y preguntas. Madonia aclaró que siempre era la misma muñeca porque su hija la había ido pintando a lo largo de los años y que la que aparecía era la suya y no un recambio. Sobre la posibilidad de que se tratara de una broma, aclaró que era difícil de entender cómo y cuándo lo habrían hecho porque el camión de la basura se la había llevado.

Como arrojarla a la basura no había funcionado, decidieron enviárserla a un amigo de la familia en Minnesota, sin poner el remitente. “Si la muñeca regresa, podría tener que abrir mi mente a algunas de las respuestas más sobrenaturales”, dijo Madonia. El paquete llegó con éxito y su amigo, Chris Hogan compartió en Facebook la noticia. “Ha llegado a Minnesota y está pegada al parachoques de mi Jeep. Para que no ocurra nada extraño, la he soldado a una tubería de acero”, explicó.

Madonia quiso explicar lo sucedido. “Es un misterio sin resolver.Todos los miembros de la familia han sido interrogados a fondo (y ofendidos). Nadie que conozco es responsable. Podría un gran truco hecho por un extraño que prefiere mantenerse oculto y que habría violado un montón de leyes. (Si quieres darte a conocer, ahora sería un buen momento). Que se trate de una muñeca embrujada es la posibilidad que me parece más plausible. No puedo decir que crea o no creo en esto. No lo sé. No tengo ninguna explicación. Soy un ser humano racional y agradecido con una buena vida. Eso es todo lo que puedo decirte”.

Además, compartió un post en el que criticaba los comentarios que había recibido, en los que la acusaban de buscar “sus 15 minutos de gloria”, de “hacer cualquier cosa para llamar la atención” o responsabilizaban de los hechos a su marido y a sus hijos. “El 99,9 % de los comentarios sobre mi historia están escritos por personas que no hablaron conmigo. Pero oye, estoy aquí. Si te vas a molestar en comentar, por qué no me preguntas tú mismo?”, lamentó.