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Economía Digital

Inteligencia artificial, el antídoto contra la covid-19

Se diseña en España un modelo de diagnóstico precoz, en el que la IA será capaz de predecir con varios días de antelación si una persona padecerá o no la enfermedad

Coronavirus.- Científicos del CSIC trabajan en una vacuna para el Covid-19 a partir del virus que erradicó la viruela
Imagen al microscopio del virus VacciniaCDC/CYNTHIA GOLDSMITH (Foto de ARCHIVO)01/01/1970larazonCDC/CYNTHIA GOLDSMITH

El mundo científico trabaja contrarreloj en la búsqueda de un antídoto contra el coronavirus, que ha segado, de momento, la vida a más de 400.000 personas y ha infectado a más de 7,2 millones en todo el mundo. El hombre ha puesto al servicio de esta causa absolutamente toda la tecnología de la que dispone, incluida la inteligencia artificial (IA).

A día de hoy, la IA se ha convertido en un gran aliado a la hora de combatir el coronavirus en diferentes vertientes. Una de ellas consiste en agilizar los plazos en la comprobación de la eficacia y de los efectos secundarios de nuevos fármacos y, por tanto, también de las vacunas, que distintos centros experimentan sin descanso desde que se viralizó el covid-19. En estos momentos, la inteligencia artificial puede verificar la eficacia de un fármaco en un plazo medio de entre seis y doce meses, frente a los cinco años de período medio que dura cualquier ensayo clínico en humanos. Por tanto, la IA puede contribuir a acortar los plazos en la investigación de la vacuna contra este virus.

Su utilidad no acaba en este campo de batalla en la guerra cuerpo a cuerpo que enfrenta a la Humanidad contra el virus. Una compañía tecnológica española está inmersa en el diseño de un modelo matemático de inteligencia artificial, que le permita un diagnóstico precoz de la enfermedad. Es decir, antes de que de la cara, detectar con varios días de antelación que el paciente va a padecerla. Pentaquark Consulting está desarrollando de manera totalmente altruista este modelo. Para ello, Hospitales Madrid, red privada de centros sanitarios ubicados en la capital española, les ha facilitado las historias clínicas de 5.000 pacientes, preservando, como no puede ser de otra manera, la intimidad de los mismos y, por tanto, con escrupuloso respeto a la Ley de Protección de Datos.

Este modelo matemático intentará arrojar luz a las razones que hay detrás de una evolución tan dispar entre pacientes con idéntico diagnóstico infectados por covid-19. “Esta circunstancia que, en un principio, parece aleatoria, no lo es, porque la naturaleza no lo es”. Así de categórica se muestra a La Razón la CEO y fundadora de Pentaquark Consulting, Estela Luna de María, que lidera este proyecto. A su juicio, debe existir una explicación científica para esta situación. Por eso, elaboran un algoritmo de marchine learning que permita conocer los biomarcadores capaces de anticipar con varios días de adelanto los pacientes que van a necesitar atención sanitaria. De esta manera, esperan dar con la respuesta racional a la diferente evolución de los infectados por covid, porque “la naturaleza no es aleatoria y hay algo que se nos está escapando”, advierte. Cuando el sistema esté listo, será capaz de detectar si una persona va a enfermar y cuándo lo hará con varios días de anticipación, después de que se realice cualquier prueba diagnóstica, como puede ser un simple análisis de sangre.

Además, esta empresa tecnológica está preparando también de manera altruista un sistema epidemiológico de reacción difusión, con el fin de conocer hacia qué áreas geográficas se expande el patógeno. Para ello, diseña un algoritmo que permitirá detectar cómo circula el virus por las diferentes zonas terrestres en las diversas épocas del año. Esta experiencia, en la que compiten con otras empresas, se está realizado analizando las áreas metropolitanas de Madrid y de Nueva York.

Voz enferma

La IA permite descubrir también a través de las radiografías de los pulmones si alguien va a desarrollar la enfermedad antes de que cualquier tipo de test lo confirme. Así lo han demostrado los estudios clínicos realizados en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York y en el Hospital del Mar de Barcelona. ¿Cómo puede averiguarlo antes que una prueba tradicional? La inteligencia artificial utiliza el aprendizaje para evolucionar y ser más sabia. Si se le enseña va creciendo como un ser humano. Primero, tiene la capacidad de un niño, luego, la de un adolescente y, al final, la de un adulto. Ambos hospitales educaron a un software en reconocimiento de imágenes de pulmones de enfermos por covid-19 y de pacientes sanos. Al final, el entrenamiento tuvo sus frutos con un 86% de aciertos en la detección de la enfermedad.

En estos momentos, diferentes centros y universidades, como la de Carnegie Mellon de Pittsburgh en EEUU, realizan experimentos similares al de las imágenes, pero con la voz. Si se entrena, la IA es capaz de diferenciar una voz sana de una enferma por covid-19. La voz, como la piel, deja rastro. De hecho, la tonalidad es distinta y la longitud de onda cambia cuando una persona enferma. Mientras que el sistema de reconocimiento de la enfermedad por la IA a través de imágenes ya está implementando, el de la voz no estará listo hasta otoño, justo cuando se espera una segunda oleada de la pandemia.

Por si fuera poco, Google y Apple han creado una app, que localizará a través del bluetooth del móvil a las personas infectadas. Si una persona se cruza en el Metro o en el supermercado con un infectado, la app le mandará una señal de alerta. Obviamente, la utilización de esta app es voluntaria. Ambas compañías permitirán que se desarrollen fácilmente aplicaciones de la misma para Android e iOS.

En los últimos meses, la IA ha sido utilizada en esta desigual contienda también en la realización de análisis de la concentración poblacional a través del movimiento de los móviles. El Gobierno alcanzó en marzo pasado un acuerdo con las operadoras de telecomunicaciones del mercado nacional para realizar un estudio de movilidad utilizando los datos que proporcionan 40 millones de móviles y conocer, así, los movimientos de la población y poder actuar de forma más eficiente ante la pandemia.

La inteligencia artificial también estará presente este verano en las playas españolas para controlar el aforo de las mismas. Censores de movimiento verificarán el aforo en la costa de la Ciudad Condal. Mientras que en las de San Sebastián se utilizarán drones para evitar que se sobrepase. En este contexto, parece que la IA se ha convertido en una pieza clave para acorralar y mantener a raya al virus.