Reino Animal

Dos osos saquean un camión y se dan un festín con 26 paquetes de donuts

Ocurrió en Anchorage, Alaska, debido a un descuido de un repartidor que dejó las puertas del camión abiertas

Dos osos saquean un camión y se dan un fetsín con 26 paquetes de donuts
Dos osos saquean un camión y se dan un fetsín con 26 paquetes de donutsALASKA'S NEW SOURCE

En Alaska, los osos son figuras emblemáticas. Estos imponentes animales a menudo protagonizan encuentros inesperados con el mundo humano. En una reciente anécdota que ocurrió en la ciudad más poblada del estado, Anchorage, dos osos, una madre y su osezno, se encontraron con un festín poco convencional: donuts de Krispy Kreme.

La bollería industrial, a pesar de sus críticas nutricionales, mantiene una base de seguidores leales. Sin embargo, esta vez, los donuts no eran solo una delicia humana. El incidente tuvo lugar cuando un repartidor de la renombrada cadena Krispy Kreme se encontraba en su ruta de entrega hacia la base militar de Elmendorf-Richardson, un acto rutinario que pronto se convertiría en una historia que contar durante años.

El día en cuestión parecía transcurrir con normalidad, pero el repartidor tomó una decisión crucial: dejar las puertas traseras de su camión ligeramente abiertas mientras realizaba la entrega, sin tener la menor idea de lo que esto desencadenaría.

La naturaleza es una maestra en lo inesperado, y esta ocasión no fue la excepción. Dos visitantes inusuales, una madre osa y su osezno, aprovecharon la oportunidad que se les presentó al encontrar el camión de Krispy Kreme. Estos habitantes de la zona, que eran conocidos por recorrer el área, no dudaron en invadir el camión y sumergirse en un festín de donuts que se extendía frente a ellos.

El repartidor, al escuchar ruidos extraños provenientes del camión, se vio sorprendido por la insólita escena que se desarrollaba en su interior. Los paquetes de donuts estaban siendo despedazados por las garras afiladas de los osos. A pesar de sus intentos por ahuyentar a los intrusos, golpeando las paredes del camión, los animales estaban decididos a disfrutar de su festín no planificado.

El caos en el camión continuó hasta que el conductor se vio obligado a recurrir a la seguridad de la base militar en busca de ayuda. El personal de vigilancia respondió de inmediato y, haciendo sonar las sirenas, logró persuadir a los osos para que abandonaran el camión y regresaran a la naturaleza. El banquete que disfrutaron la madre osa y su cachorro fue realmente único: veinte paquetes de dos donuts normales y seis paquetes de tres donuts de chocolate.