Curiosidades
Efecto Doppler: el principio detrás de la eficacia de los radares de tráfico
Desde su descubrimiento en 1842 por Christian Doppler, este fenómeno ha permitido a los radares captar ecos de retorno y calcular la velocidad radial de manera efectiva
¿Te has cuestionado alguna vez cómo un dispositivo tan pequeño como un radar puede medir con precisión la velocidad de tu vehículo, incluso cuando supera los 120 km/h? Este fenómeno se debe al efecto Doppler, descubierto por Christian Doppler en 1842, que permite a los radares detectar los ecos de retorno de un vehículo y calcular su velocidad radial.
El efecto Doppler, que define el funcionamiento de los radares, fue observado por primera vez por Christian Doppler en 1842. Este fenómeno se basa en la relación entre la velocidad relativa de una fuente, como un vehículo, y el observador, en este caso, el radar. Cuando la fuente y el observador se acercan, la frecuencia que recibe el radar aumenta; cuando se alejan, la frecuencia aparente disminuye. Puedes experimentar este fenómeno en tu vida diaria, por ejemplo, al escuchar una ambulancia que se acerca y percibir cómo su sonido se vuelve más agudo.
En el contexto de los radares, que utilizan ondas electromagnéticas en lugar de sonoras, el efecto Doppler se manifiesta de manera similar. Cuando un objeto se mueve hacia el radar, las ondas reflejadas tienen una frecuencia mayor, y si se aleja, la frecuencia es menor. Los radares emiten ondas electromagnéticas de forma continua y detectan los reflejos de sus propios ecos. Al chocar contra un objeto, estas ondas experimentan un cambio en sus características, lo que permite al radar conocer la velocidad y dirección del objeto. En un radar de velocidad, por ejemplo, las ondas emitidas chocan con un vehículo en movimiento, y el radar calcula la velocidad del vehículo según cómo se reflejan las ondas. Este principio permite a los radares determinar si un vehículo excede la velocidad permitida en una vía.
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