Ferraz

Gritos de "No pasarán" en la sede del PSOE

El grito de "¡No pasarán!" es sin duda uno de los lemas más emblemáticos y cargados de significado en la historia de España.

Celebración en Ferraz tras el 23J @Gonzalo Pérez Mata
Celebración en Ferraz tras el 23JGONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Esta expresión se ha convertido en un símbolo de resistencia y determinación, asociado especialmente al periodo de la Guerra Civil Española (1936-1939).

El grito de "¡No pasarán!" en la Guerra Civil Española:

Durante la Guerra Civil, "¡No pasarán!" fue ampliamente utilizado como consigna por el bando republicano. Su origen dentro del conflicto se remonta al 7 de julio de 1822, cuando Madrid fue escenario de una sublevación militar en contra del orden constitucional. En los alrededores de la Plaza Mayor, ciudadanos armados y voluntarios liberales gritaron "¡No pasarán!" para resistir y derrotar a los batallones absolutistas. Esta resistencia en Madrid quedó marcada en la memoria colectiva y se convirtió en un lema de defensa ante los ataques.

El origen de "No pasarán":

Tiene sus raíces en el grito francés "Verdún, On ne passe pas!" que surgió durante la Primera Guerra Mundial en la batalla de Verdún en 1916. Los franceses lograron frenar el avance alemán en Verdún y la frase se convirtió en un símbolo de resistencia numantina en toda Europa. "No pasarán" fue una consigna ampliamente utilizada durante la Guerra Civil Española por el bando republicano, compuesto por diversas fuerzas políticas y sociales que se oponían al golpe de estado liderado por el general Francisco Franco y sus aliados. La frase se popularizó en la ciudad de Madrid, en noviembre de 1936, cuando el general José Miaja, jefe del Ejército de la República, pronunció un discurso en el que arengaba a las tropas y al pueblo a resistir el avance de las fuerzas franquistas hacia la capital.

El grito de "No pasarán" encerraba un fuerte simbolismo político y emocional para el bando republicano. En primer lugar, representaba una resistencia tenaz frente al avance del ejército rebelde y las fuerzas fascistas que buscaban derrocar el gobierno legítimo de la Segunda República. Era una llamada a defender la democracia, las libertades y los derechos que habían sido conquistados durante la República, frente a un intento de instaurar un régimen autoritario y opresivo.

Además, "No pasarán" era también una expresión de unidad y determinación. Durante la Guerra Civil, el bando republicano estaba conformado por diferentes fuerzas políticas, ideológicas y sociales, que muchas veces tenían diferencias y disputas internas. Sin embargo, ante el avance del enemigo común, se unieron bajo esta consigna para defender sus ideales y su visión de una España democrática y progresista.

"No pasarán" se convirtió en un símbolo de la resistencia republicana y de la defensa de Madrid, una de las ciudades más emblemáticas y asediadas durante la Guerra Civil. La batalla por la capital fue feroz y simbólica, y el lema "No pasarán" se coreaba en las calles, trincheras y barricadas, como un canto de esperanza y resistencia en medio de la devastadora guerra.

Tras la Guerra Civil, "¡No pasarán!" se mantuvo vivo en la clandestinidad de círculos de izquierda, aunque fue dejado de lado en la Transición hacia la democracia por lemas más pacíficos y conciliadores. Sin embargo, en momentos de crispación política y movilización social, como en las elecciones generales de 1996, la izquierda volvió a rescatar el lema para trazar sus líneas rojas.

A lo largo de los años, "No pasarán" ha perdurado en la memoria colectiva de España como un recordatorio de aquel periodo de lucha y sacrificio, pero también como un llamado a no olvidar los valores democráticos y la importancia de defender la libertad y la justicia. Es un lema que ha trascendido las fronteras de la guerra para convertirse en un símbolo universal de la resistencia contra la opresión y la defensa de los derechos humanos.