El mapa que muestra cómo han cambiado las fronteras en Europa en los últimos mil años

Europa, un vasto y heterogéneo territorio, alberga una diversidad de hechos y particularidades que marcan su historia. Cambios significativos en el viejo continente a lo largo del último milenio han sido catalizadores de su transición hacia la era moderna.

En el año 1000, la escasez de castillos en Europa sugería una relativa facilidad de conquista de las tierras. Sin embargo, a partir del siglo XI, se observó un auge en la construcción de estructuras defensivas para salvaguardar los territorios. Según el historiador Ian Mortimer, este cambio permitió a los señores reforzar su dominio sobre sus posesiones y evolucionar de líderes tribales a gobernantes territoriales.

Otros hitos cruciales, resaltados por el experto en The Guardian, engloban la irrupción de mercados y la expansión del uso de dinero, la confianza creciente en la ciencia desde el siglo XVII, y, por supuesto, la Revolución Francesa del siglo XIX con su lucha por la igualdad ante la ley.

En paralelo, las fronteras europeas han atravesado numerosas transformaciones. Un video condensa en tres minutos los cambios fronterizos del último milenio en Europa.

El mapa inicia en una época donde gran parte de Europa central formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico, mientras España se hallaba en su mayoría bajo dominio islámico. En la Península Ibérica coexistían diversos reinos: el reino musulmán de Al-Ándalus, los reinos de León, Castilla, Navarra y los condados catalanes.

Dos siglos después, emerge en el noroeste el Imperio Mongol de Gengis Kan, que crece hasta convertirse en uno de los imperios continuos más grandes de la historia. El Imperio Bizantino experimenta una mengua mientras surge el Imperio Otomano alrededor de 1300.

Hacia 1500, Rusia toma forma con la coronación del primer zar en 1547, mientras España consolida su identidad. Sorprendentemente, Alemania no aparecerá en el panorama hasta el siglo XIX.

Ya en el siglo XX, las guerras mundiales y la Guerra Fría alteran constantemente las fronteras en el centro y este del continente, marcando un periodo de cambio incesante en la configuración territorial.