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Royal, la “casa para artistas” que cuenta historias de las grandes marcas

Siempre bajo la firme premisa de “hacer posibles las ideas”, ven la luz contenidos integrales a través de la visión de estos creadores. Entre sus últimas ideas con firma, la campaña para una de las grandes criaturas de Inditex, Oysho.

Royal, una productora startup, creada por Guillermo Martínez y por Vicente Silvestre
Royal, una productora startup, creada por Guillermo Martínez y por Vicente SilvestreLa Razón

En el mundo de las productoras llamadas comerciales, aquellas que idean y ruedan contenidos para marcas, es complicado diferenciarse. Pero como en otros campos, donde hay muchas productoras buenas haciendo grandes cosas, encontramos algunos, pocos y únicos, que crean y producen desde otro lado: el del arte.

Una de estas bestias creativas de la producción es Royal, una productora especializada en “rodar bonito”, con un sentido de la estética que resulta clave para hacer lo que tienen que hacer y hacerlo bien: contar historias. Cuando hablan de sí mismos piensan en una casa para artistas que, aunque no desfilan por las alfombras rojas, ponen a disposición de las grandes marcas y clientes el talento para construir así la narrativa necesaria para calar al público con esas historias.

Una productora startup, creada por Guillermo Martínez y por Vicente Silvestre, que lleva más de cinco años apostando por grandes obras audiovisuales comerciales y que, en este tiempo, ya han logrado ‘crear industria’. Con un modelo de negocio que apoya el talento emergente dejándole crear y poniendo las herramientas necesarias para hacerlo realidad. Así lo cree Vicente, que piensa en una manera de estar que “trata de adaptarse al mundo, con una industria que toma forma gracias a la visión de las nuevas generaciones” y, por supuesto, junto a los artistas consolidados para que sigan creando nuevos contenidos y actualizándose en un sector tremendamente competitivo.

Guillermo, CEO de Royal, por su parte, piensa desde una óptica estética: “buscamos que el concepto sea claro, uniendo talentos creativos de manera intencional y tras estudiar lo que la marca necesita. También en la parte editorial, donde configuran el entorno ideal para que el artista, en este caso audiovisual, se exprese y como productora, poder ensalzarlo.

En el mundo de las productoras de marcas es complicado diferenciarse, sin embargo, como demuestran sus cifras y su crecimiento lograron dar, en pequeños pasos, con un nicho de negocio acertado. Desde el principio vieron claro que a las marcas les faltaba un lenguaje más actual y cercano a los jóvenes y por ello era clave en la producción que el eje fueran los artistas con una coherencia estética final que transmite mucho más al consumidor actual, el público que les abraza sin saberlo.

Royal se ha convertido, en este crecimiento sostenido, en un proyecto que combina vanguardia y artesanía, tejiendo un traje a medida para cada uno de sus trabajos, identificando primero, qué artistas pueden ser parte del mensaje que quieren transmitir y armando, después, conjuntamente ese discurso audiovisual.

No es que sea cuestión de números, y aunque estén por cerrar las cifras de este año, ya en 2023 facturaron más de 4 millones de euros, con un EBITDA de un 7%. No ha sido fácil, pero es el resultado de su colaboración directa con los grandes: marcas como Grupo Meliá, el grupo LMVH, Loewe o Volskwagen y, por supuesto, con agencias de primer nivel como DDB, Ogivy, McCann, Pixel & Pixel, Jellyfish e, incluso Netflix. A la batuta, marcaban el paso artistas que trabajan en la industria cinematográfica como Carlos Mimet o Albert Moya, interdisciplinares como Andrea Gandarillas o fotógrafos como Kito Muñoz o Inés Ybarra.

Siempre bajo la firme premisa de “hacer posibles las ideas”, ven la luz contenidos integrales a través de la visión de estos creadores. Entre sus últimas ideas con firma, la campaña para una de las grandes criaturas de Inditex, Oysho.

Su propio sello musical, FAM, dirigido por Pablo Barrionuevo, bebe de la misma copa filosófica de Royal: grandes creadores jóvenes a los que abren puertas desde la creatividad y la estrategia, situándose a la vanguardia dentro del mundo musical, “un mundo del que se nutre muchísimo la publicidad”, puntualizan.

No se atemorizan ante la llegada de la inteligencia artificial y, de hecho, la utilizan ajustando posiciones. “Estamos introduciendo la IA en nuestro modelo de negocio como una herramienta para potenciar la creatividad, con un punto de vista propio. Es el ser humano el que ha de dibujar la parte narrativa y estética, el alma que no tiene”. El alma, que, ahora, bienvenidos sean, también tiene la publicidad.