El año

Lo que se ha visto en este 2019 no cabe en doce meses. Es imposible por mucho que se aprieten los días en las semanas. De aquella tarde de las elecciones del 2 de diciembre de 2018 en la que se consumó el derrumbe del PSOE andaluz a la aparición de un nuevo caso que implica a Manuel Chaves y Gaspar Zarrías, con el gorigori de las ayudas a UGT de fondo. Seguramente, para la Historia, no sea el verdadero protagonista Juanma Moreno como primer presidente del Partido Popular, ni Juan Marín vicepresidente/superviviente en el naufragio de Ciudadanos. Afinando tampoco Susana Díaz, sacando un brazo y después otro para salvarse de las arenas movedizas que cada vez la hunden más. Si pataleas, vas a fondo; como si dejas de pedalear te caes. Cada vez que Elías Bendodo sale a dar «el parte» ante el «equipo médico habitual» le cacarean a más de uno los dientes mientras reza para que no digan su nombre, como si estuviera en clase y le pidieran la lección. El verdadero protagonista de estos doce meses de derrumbe y acarreo ha sido un sistema tumbado por su propia soberbia. Con las cartas encima de la mesa, el tufo de lo que se gestaba en el Palacio de San Telmo adoba la muerte de la compra de voluntades que ha mantenido cautivo el voto durante años, convirtiendo a Andalucía en una suerte de Sicilia con la ley del silencio de las ayudas y subvenciones discrecionales para callar bocas y lograr votos como instrumento de gobierno. No acabamos el año en el que empezó todo, sino el que acabó aquello.