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El avance del AVE deja sin tren a cerca de un millón de vecinos de pueblos y ciudades medias

Plataforma en defensa del tren rural. Ayuntamientos, vecinos afectados y sindicatos culminan en Sevilla una marcha para reivindicar que se mantengan en uso las líneas y estaciones de media distancia

La Marcha por etapas en defensa del Tren rural andaluz culminó en Sevilla
La Marcha por etapas en defensa del Tren rural andaluz culminó en SevillaKe-Imagen

El AVE es, desde que se inauguró hace más de 25 años la primera línea Sevilla-Madrid, sinónimo de progreso y modernidad en el imaginario colectivo. Pero la apuesta por la Alta Velocidad tiene una contrapartida para pueblos y ciudades medias con vías de ancho convencional (ibérico) y estaciones que quedan en desuso sin conexión alternativa por tren. Localidades de gran tamaño y próximas a la capital hispalense como Osuna (17.600 habitantes) o Marchena (19.500), ciudades medias granadinas como Loja (20.300) o cordobesas como Puente Genil (30.200) y Montilla (23.000) y hasta grandes e importantes núcleos como Antequera, en Málaga (con más de 41.000 vecinos) –cuya estación de AVE se encuentra en el núcleo de Santa Ana, a 19 kilómetros– han perdido el tren no sólo de la Alta Velocidad sino de cualquier conexión ferroviaria, ante la desaparición de los trenes de media distancia.

El pasado 30 de agosto, el Consejo de Ministros aprobó una modificación de la Obligación de Servicio Público que elimina esta consideración para gran parte de los servicios regionales en Andalucía al conectar mediante trenes Avant (que circulan por la línea de alta velocidad, de ancho internacional) las ciudades de Granada, Sevilla y Málaga. El resultado, según denuncia el portavoz de CGT en la Plataforma en Defensa del Tren Rural de Andalucía, Miguel Montenegro, es que localidades sevillanas como Osuna, Marchena y Pedrera se quedan sin conexión ferroviaria de ningún tipo. Un aislamiento ferroviario que también afecta a Aguadulce, Arahal, La Roda de Andalucía o Paradas donde «incluso ya han tirado la estación», denuncia Montenegro.

En el caso de la provincia de Granada, Loja ya solo cuenta con una conexión con la capital vía AVE únicamente a las 22:00 horas. Desde la Plataforma Granada por el Tren denuncian que la decisión del Gobierno sobre la Obligación de Servicio Público «impone un modelo ferroviario de media distancia basado en la eliminación de los servicios normales entre Granada y Antequera» con dos puntos de trasbordo obligatorio en ambos destinos, «eliminándose las relaciones directas entre Granada y Algeciras y Almería, Granada y Sevilla por vía convencional». Y el núcleo de Bobadilla, en Antequera, «sigue teniendo los trenes en dirección a Málaga pero ya no se pueden sacar billetes más allá del 8 de enero», denuncia Montenegro, ya que la puesta en marcha de los Avant se ha retrasado al 21.

El AVE Córdoba-Málaga supuso que el tren dejara de pasar por Puente Genil, Montilla, Fuente de Piedra o Aguilar de la Frontera «aún cuando tienen infraestructuras útiles». Antes, Jaén sufrió un progresivo desmantelamiento de sus conexiones ferroviarias, antaño con estaciones clave como Linares-Baeza, que según el portavoz de la Plataforma Jaén Merece Más ya alcanza el 90%. Y más recientemente, la línea de Alta Velocidad a Granada minó aún más las ya maltrechas conexiones de Almería, con la estación de tren de la capital cerrada por obras –hay que cogerlo en Huércal-Viator, a ocho kilómetros– y trayectos interminables a Madrid y Sevilla porque en varios tramos hay limitaciones de velocidad. Algo que también ocurre entre Antequera y Granada donde el AVE circula en algunas zonas a 30 km/h y la velocidad media es de 100. En total, la plataforma calcula que entre 700.000 y un millón de andaluces viven en zonas sin tren.

Colectivos vecinales, asociaciones de consumidores, sindicatos y ayuntamientos de los municipios afectados, de todo signo político, se han aglutinado en la Plataforma en Defensa del Tren Rural de Andalucía que este sábado ha culminado ante la Delegación del Gobierno central en Andalucía y ante el Palacio de San Telmo, sede de la Junta, una manifestación con unas 3.000 personas por etapas que desde octubre ha cubierto parte de esa Andalucía sin conexión ferroviaria para denunciar la situación. Reivindican que el transporte por tren, además del medio más sostenible, es un servicio público que si no llega al medio rural ahondará en la despoblación.

Las trampas tras la liberalización y el low cost

Desde la plataforma andaluza ven con suspicacia el anuncio del AVE low cost, al cuestionarse qué paradas y trayectos ofertará, pero sobre todo el portavoz de CGT Miguel Montenegro ve una «aberración» la liberalización de la circulación de trenes ya que «todas las empresas que han concurrido están participadas por empresas públicas de ferrocarriles europeos» y la Comisión de la Competencia ha ordenado que Renfe les ceda material mientras el mantenimiento de las infraestructuras «seguirá dependiendo de los Presupuestos del Estado».