Andalucía

En la cola del «Catalán»

"No se sabe cómo podrá Pedro Sánchez sacar adelante un proyecto político, una gestión de Estado, con la corta aritmética que le ha permitido sus diez segundos de gloria»

Investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados
Investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados© Alberto R. RoldanLa Razon

Ante el silencio de Pedro Sánchez, la elocuencia de Gabriel Rufián. ERC le abrió la puerta de La Moncloa con Bildu de ujier, el camino estaba libre para que el nuevo presidente del Gobierno siguiera amortizando el colchón del palacio a costa de romper las costuras del sistema autonómico. Diálogo, consulta, autodeterminación, liberación de presos políticos y comino, mucho comino mientras PP, Cs y Vox volvían a jugar, una vez más, al esteticismo político para tapar su irrelevancia en esta nueva legislatura. No se sabe cómo podrá Pedro Sánchez sacar adelante un proyecto político, una gestión de Estado, con la corta aritmética que le ha permitido sus diez segundos de gloria. Ahora, dice la empresa y el poder que eso es lo de menos, que el carro marcha solo con o sin cochero, pero sí tendrá que devolver el favor a costa de la igualdad del resto de territorios nacionales. A los cuarenta años del 28-F, las andaluces van sentados de nuevo en el vagón de cola del famoso «Catalán», el mismo en el que llegaban al norte para escapar de la miseria del campo, sólo que ahora tienen en Madrid a Susana Díaz, la heredera de los condenados Chaves y Griñán, que se emociona y aplaude cuando su antes archienemigo baja la cabeza ante los independentistas. Sin un frente común autonómico ante la bilateralidad de Cataluña-España, binomio que ya se ha instalado con normalidad en la realidad política, de poco valdrán las amenazas de Juanma Moreno ante un Gobierno con la vista puesta en contentar a Cataluña.