Religion

Asenjo: «Es posible que algunos sectores de la Iglesia no se hayan tomado en serio la realidad de los abusos»

El arzobispo de Sevilla no tiene motivos, “de momento”, para pensar que el Gobierno central esté iniciando “una persecución o un hostigamiento sistemático contra la Iglesia”

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjolarazon

En el ocaso de su etapa activa como obispo, el titular de la Archidiócesis de Sevilla, Juan José Asenjo, hace balance y no rehúye los debates abiertos en torno a la Iglesia y la sociedad actual.

El próximo 15 de octubre presentará su renuncia ante la Santa Sede. ¿Le ha dado tiempo desde su llegada a Sevilla en 2009 a desplegar toda la acción pastoral que tenía en mente?

Hemos hecho muchas cosas. En el campo de la pastoral nunca se llega al cien por cien, pero sí estoy satisfecho de los logros que hemos ido teniendo, por ejemplo, en el campo de las vocaciones y del seminario, con la Facultad de Teología que la Santa Sede nos concedió en septiembre, en el campo del apostolado seglar, de la caridad y del servicio a la religiosidad popular, también en el campo del apostolado de la familia y de la defensa de la vida. Doy gracias a Dios porque me ha acompañado y me ha sostenido en el servicio a la diócesis a lo largo de estos once años.

¿Le gustaría seguir un tiempo más?

Esos tiempos intermedios, entre la presentación de la renuncia y el nombramiento del sucesor, son pastoralmente bastante inútiles porque ya todo el mundo está esperando al sucesor. Cuanto antes me acepten la renuncia mejor.

Tenemos un nuevo Gobierno en España. A tenor de los mensajes que ha venido lanzando y conociendo a sus integrantes, ¿cree que estamos a las puertas de una nueva campaña de hostigamiento hacia la Iglesia?

Veo las cosas con preocupación, pero de momento no tengo motivos para pensar que se esté iniciando una persecución o un hostigamiento sistemático contra la Iglesia. No es un periodo fácil. No lo es para el Gobierno porque tiene muchas dificultades con la economía y tantas cosas y tampoco lo va a ser para la Iglesia. Confío en la ayuda de Dios, que nos irá sosteniendo y acompañando en este tramo de la historia que acaba de empezar.

El Ejecutivo ha planteado ya algunos debates. Por ejemplo, hacer pagar a la Iglesia el IBI de sus bienes. ¿Qué le parece la medida?

Estoy de acuerdo si modifican completamente la Ley de Mecenazgo que exime de pagar el IBI a una serie de instituciones que prestan un servicio a la sociedad, como los partidos políticos, las reales academias o las instituciones culturales. No estoy de acuerdo con que, unilateralmente, se imponga el pago del IBI exclusivamente a la Iglesia católica. Lo deberían pagar también todas las instituciones. ¿Por qué tienen que significarse con la Iglesia católica?

También está elaborando una Ley de Eutanasia. ¿Está de acuerdo con afirmaciones del tipo ‘derecho a morir dignamente’?

No estoy de acuerdo. Nadie tiene derecho al mal. La muerte procurada es un mal objetivo porque sólo Dios es dueño de la vida. En sus comienzos y en su etapa final. En vez de inclinarse por la aprobación de una Ley de Eutanasia de forma tan rápida y extraordinaria, sin solicitar un dictamen al Consejo de Estado u a otras instituciones, el Gobierno debería aprobar una buena ley de cuidados paliativos.

La educación es otro caballo de batalla. La Junta de Andalucía acaba de aprobar un decreto que resitúa a los centros concertados en la oferta educativa. Muchos de ellos son religiosos. ¿Hacen falta medidas como estas para apoyar desde lo público esta opción educativa?

Los centros concertados son también públicos. El artículo 27.2 de la Constitución dice que los padres tienen libertad para elegir la educación que quieren para sus hijos de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. El Estado debe favorecer esta libertad y parece que es lo que quiere garantizar el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía.

Hay voces que critican que estos colegios son elitistas.

Los habrá elitistas, pero la mayor parte de los colegios de la Iglesia son de una clara proyección social. Hablo de los diez colegios diocesanos, de los que somos titulares a través de la Fundación Victoria Díez. Son colegios de barriada, muy pobres. Para hijos de familias desfavorecidas.

Recientemente se creó una oficina para tramitar denuncias sobre posibles abusos sexuales en el ámbito de las diócesis de Sevilla, Huelva y Cádiz. ¿La Iglesia ha mirado hacia otro lado demasiado tiempo en relación a este asunto?

Es posible que algunos sectores de la Iglesia no se hayan tomado en serio esta realidad. Un servidor ha sido cura en la diócesis de Sigüenza, obispo auxiliar de la de Toledo, obispo residencial de Córdoba y arzobispo de Sevilla. Me he encontrado con muy pocos casos. En Sigüenza y Toledo no encontré ninguno. Sí alguno en Córdoba y Sevilla. No hubo un problema grave. La Iglesia en aquellos momentos tomó las decisiones que debía tomar. En otros países, a lo mejor, ha habido un mayor número de abusos por parte de eclesiásticos y a lo mejor no ha habido la suficiente claridad a la hora de mostrarlos a la opinión pública. Quien lo haya hecho así lo ha hecho mal. Hemos creado esta oficina respondiendo al mandato de la Santa Sede. Esperamos que no haya iniciativas que busquen la venganza, sino que haya objetividad y hechos probados.

La hermandad del Gran Poder está celebrando los 400 años de la hechura esta imagen, que visitará algunos de los barrios más desfavorecidos de Sevilla y de España. Ha dicho que debe ser un ejemplo para otras hermandades sobre cómo celebrar estas efemérides. ¿Hace falta más imaginación?

La iniciativa de la hermandad del Gran Poder es muy novedosa y ejemplarizante. Marca un nuevo estilo a la hora de celebrar los grandes acontecimientos. Tenemos que salir de la rutina y buscar fórmulas más creativas, modernas y con una dimensión pastoral y social de mayor envergadura.

Es en estos barrios donde Cáritas está batiéndose el cobre. Llega a donde no lo hace la Administración.

La superación de la crisis se ha hecho efectiva en amplios sectores, pero estos barrios siguen estando igual. Si vamos a Los Pajaritos o a las Tres Mil Viviendas nos encontraremos con los mismos problemas.