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Andalucía

Ramón Fernández-Pacheco: «En el último año la Junta ha invertido más en Almería que en los 38 anteriores»

El alcalde de Almería repasa los principales proyectos de la ciudad y valora la actualidad del PP

El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco Manuel Olmedo

¿Se identifica Almería con las protestas de los agricultores?

En la capital hay más de 15.000 familias que viven directamente de la agricultura. Es el principal sector productivo y la base del progreso de nuestra tierra. De ninguna manera podemos permanecer ajenos a la realidad que está viviendo los agricultores porque son problemas de los almerienses. Si a la agricultura le va mal, a Almería le va mal; y viceversa. Llevan padeciendo una situación preocupante desde hace mucho tiempo y ahora lo importante es tener capacidad de reacción y que las administraciones competentes reaccionen rápido y les echen una mano porque lo que reclaman es de justicia. No están pidiendo ninguna barbaridad.

¿Se abre una oportunidad más allá del centralismo?

Apostar por la periferia andaluza es un gesto de inteligencia. La diversidad nunca tiene que ser intepretada como un problema sino como una oportunidad. Andalucía es una comunidad muy grande, muy diversa, en la que conviven andaluces todos pero muy diferentes entre sí y eso es una realidad que tenemos que potenciar como valor añadido. Por supuesto que hay que apostar por Almería y Almería lleva mucho tiempo siendo una ciudad olvidada, en la que nuestra relación con la Junta la ha protagonizado más una historia de desencuentros y de olvidos que de encuentros y proyectos. Tenemos que cambiar esa inercia. En eso estamos, como el primero de nuestros objetivos.

¿Han mejorado las relaciones con la Junta?

No es que hayan mejorado, es que ahora tenemos relaciones con la Junta, algo que antes no sucedía. En Almería era tal el sentimiento de lejanía, tantos los proyectos olvidados en el cajón, paralizados por la desidia de la Junta, que al final ese sentimiento arraigó profundamente en los almerienses. Ahora hay una realidad bien distinta. Soy el primero que cuando hay que criticar o reivindicar lo hago. Creo que un buen alcalde es el que es capaz de hacer eso. Lo cierto es que sólo en el último año la Junta ha invertido más que en los últimos 38. Acabamos de firmar un convenio de 24 millones para infraestructura hídrica, no se conoce una inversión parecida de la Junta en Almería en la historia. La capital tiene 300 kilómetros cuadrados, uno de los términos más grandes de España, y no tenemos ni un metro de carretera autonómica. Eso muestra muy a las claras el interés que ha tenido la Junta por Almería. Ahora esa inercia está cambiando y creo además que tenemos que aprovecharlo y tocar las puertas de todas las consejerías y ser insistentes y estar en Sevilla y estrechar lazos porque es bueno para Almería, la Junta y la comunidad.

¿Y las relaciones con el Gobierno central?

Independientemente de que es una evidencia que son muchos los puntos que nos separan, aspiro a tener una buena relación. Quiero una buena interlocución, una relación fluida. Y digo más: quiero que le vaya bien, porque nos irá bien a los españoles y a los almerienses. Y sus aciertos serán de todos. Desgraciadamente, arrastramos una serie de problemas endémicos y que tampoco solucionó el PP, vaya por delante, que están en cartera y necesitan una solución y me gustaría por lo menos poder sentarnos a hablar. Tenemos reuniones pedidas en el Ministerio de Medio Ambiente y Fomento y no conseguimos. La diferencia con la Junta es que los llamamos por teléfono y se ponen. No hace falta mandar una carta ni nada. Con el Gobierno no estamos teniendo esa relación pero aspiro a tenerla porque muchos temas dependen de ellos. En el Ayuntamiento van a tener siempre un leal interlocutor en beneficio de los proyectos.

¿El AVE, el paseo marítimo, la Alcazaba, pueden estar a final del mandato?

Me temo que el AVE no, aún cuando el compromiso del anterior Ejecutivo era que llegara a Almería en 2023 y de forma soterrada. Eso ahora se ha ralentizado sin explicación aparente. Teníamos que conocer los proyectos desde diciembre y todavía no han dicho nada. Es una situación preocupante. Yo me temo que el AVE no va a estar. Los paseos marítimos, igual. Lleva la obra paralizada más de un año. Tampoco sabemos cuándo lo van a reanudar. Hemos pedido reuniones a la Dirección General de Costas y tampoco nos atienden. Y el paseo marítimo tenía que estar terminado hace mucho tiempo. El Ayuntamiento cumplió con su parte del trato, hizo las expropiaciones, aportó la cofinanciación, ellos llevan la dirección de obra, está parada y no sabemos nada. La Alcazaba necesita ponerse en el mapa de los grandes hitos patrimoniales de la comunidad. Es la fortaleza árabe más grande de Europa. El año pasado fue el segundo monumento más visitado de Andalucía. Necesita el lugar que le corresponde y para eso hay que invertir. Tenemos que abrirla a la sociedad, tiene que ser el escenario de los eventos importantes de Almería. Primero que los almerienses la visiten y luego proyectarla al mundo con el potencia que tiene.

Feijóo reivindica poner la tierra por encima de las siglas. Eso ya lo dijo usted hace tiempo sin tanta polémica.

Me parece una evidencia. En Andalucía sabemos lo que significa ver el territorio, analizar las instituciones, desde el prisma única y exclusivamente del partido. Lo hemos vivido durante 38 años y sabemos dónde nos ha llevado. Desde luego, Almería es mucho más importante que el PP y que cualquier partido. Al final el gobernante que sólo interprete a los ciudadanos, a los territorios o las instituciones desde las siglas del partido creo que tiene una visión bastante miope. A los territorios y los ciudadanos hay que interpretarlos desde la sociedad, la universidad, la empresa, los colectivos sociales. El partido tiene que ser algo residual porque si no al final el partido coloniza la institución y cuando eso sucede vamos mal.

En plena crisis del PP, en la convención de Sevilla de 2018, defendió que el partido tiene que centrarse. ¿Es la vía para recuperar la mayoría?

Estoy convencido de que no hay otra manera. Uno de los grandes dramas que vive la sociedad actual es que cada vez está más polarizada, estamos volviendo otra vez a las dos Españas. Es un gran error porque además la sociedad española no es así, hay una maravillosa gama de grises donde habita la mayoría. Tenemos que huir de la polarización, de los radicalismos. Los buenos políticos que representan a la gente son los que se parecen a la gente. Milito en el PP y muy orgulloso pero no me tiene que encasillar nadie. Ni derecha, ni izquierda, ni «feminazi», ni machista, ni ultraecologista, ni todo lo contrario. Es un error y hay que ser como la gente, moderada, centrada, capaces de tener una opinión diferente y no pasa absolutamente nada.

¿Qué le pareció la salida de Alfonso Alonso?

No tengo todas las claves. El proceso no ha sido el que a nadie nos hubiera gustado, ni al señor Alonso ni a Iturgaiz ni a la dirección del partido tampoco. Soy un firme convencido de que tenemos que unir fuerzas. Lo dice la aritmética. Pedro Sánchez gobierna y el señor Iglesias es el vicepresidente porque el centroderecha ha acudido dividido. Ese proceso tiene que llegar, no sé si por decantación, por absorción o por fusión. Eso me importa poco, pero es el futuro para volver a ser lo que fuimos: el principal partido de España, el que más votos sea capaz de aglutinar y concite la mayor representatividad de todos los españoles.