Desescalada

Málaga cumplía todos los requisitos sanitarios y debió pasar a fase 1 una semana antes

El informe sobre la desescalada publicado por el Gobierno desvela que rechazó el avance porque la Junta pidió “más restricciones” para el único distrito sanitario que superaba la tasa de contagios máxima. Granada quedó fuera por su alto índice de casos

Ambientes en las calles de Málaga a la espera de entrar en la fase 2
Malagueños paseando por la calle con mascarillasÁlex ZeaEuropa Press

El inicio de la desescalada en toda España por la pandemia del coronavirus situó a dos provincias andaluzas en el centro de la polémica por la disparidad de criterios para permitir su avance a la fase 1. La Junta de Andalucía pidió que todas entraran en esa etapa el 11 de mayo, pero el Gobierno decidió dejar atrás a Málaga y Granada, que actualmente se encuentran en la fase 1 mientras el resto se incorporó este lunes a la fase 2.

El argumento principal del Gobierno para rechazar su avance se basó en la tasa de incidencia de nuevos casos en los últimos catorce días. Según revela el informe hecho público este lunes por la noche por el Ministerio de Sanidad, en Granada esa tasa se situaba en 21,1 casos por cada cien mil habitantes, con 193 casos diagnosticados, y en Málaga alcanzaba los 7,2 al haberse informado de 120 casos. Basándose en ese análisis, Granada superaba el límite de 10 casos por cada cien mil personas fijado por el Gobierno, pero Málaga estaba por debajo de esa cifra y, por tanto, debió avanzar a la fase 1 una semana antes.

Sin embargo, en ambos casos el Ministerio decidió atender a la concentración de casos en determinados distritos sanitarios para fundamentar su negativa. En el caso de Granada, el distrito de la capital y el metropolitano presentaban tasada de 40 y 19,4 respectivamente; para el distrito sanitario de la capital malagueña, a cifra se elevaba ligeramente hasta los 15,1 casos. Sanidad concluyó que “sería recomendable continuar haciendo seguimiento y reevaluar en la próxima semana” y apuntaba a que “se piden medidas más restrictivas para estos (distritos) en fase 1”. La Junta solicitó medidas específicas en esas tres zonas más afectadas y finalmente el Gobierno decidió que no pasaran de fase alegando que “no se puede garantizar el control de la movilidad” dentro de la provincia, por lo que estimó “necesario aplicar el criterio de precaución en estas dos provincias y que se mantengan bajo seguimiento estrecho durante una semana más”.

Las otras seis provincias cumplían el requisito de la situación epidemiológica, teniendo tasas entre los 1,5 casos por cada cien mil en Almería y los 6,9 en Jaén, muy similar a la de Málaga. No tuvieron problemas para entrar en la fase 1 al primer intento.

Pruebas solo a la mitad de los sospechosos

En su informe, Sanidad destaca que de los casos sospechosos que llegan en atención primaria, solo se les realizan pruebas a poco más de la mitad (52,7%) cuando lo recomendable es realizarla a todos. De los 1.054 realizados dieron positivo el 13%. En los posibles contagios atendidos en hospitales tampoco se le realiza el test a todos, llegando al 72,7% y la positividad es del 7,8%.

En este sentido, recomienda que se realice a “todos los sospechosos” para confirmar o descartar la infección, al creer que el porcentaje de positivos “estaría indicando que hay una cierta circulación del virus en la comunidad con el riesgo de que se produjera un nuevo aumento de caos si esta situación no se controlara”. La Junta solo estaría realizando test PCR al 35% de su capacidad, que deberían ser 6.000 al día, por lo que Sanidad le pide que las pruebas se hagan en 48 horas máximo al 80% de los sospechosos para minimizar riesgos.

El segundo informe para determinar si Málaga y Granada pasaban a la fase 1, emitido el 15 de mayo, daba su aprobación al avance. En él, el Ministerio de Sanidad señalaba que “la situación epidemiológica ha mejorado notablemente desde el envío del último informe y nos marca una tendencia favorable en el control de las transmisión del virus en las dos provincias”. Es cierto que ambas habían rebajado su tasa de incidencia en las dos últimas semanas -Granada de 21,1 a 7,8 casos y Málaga de 7,2 a 3,8 por cada cien mil habitantes-, pero en este segundo análisis no se refleja la situación de los tres distritos controvertidos, usando un criterio diferente al de la semana anterior.