Coronavirus

«No hemos concienciado de que el problema de los contagios está en el hogar»

Jorge Padilla, rastreador del distrito Córdoba-Guadalquivir, asegura que el 80% de nuevos casos de covid se dan en reuniones familiares

Jorge Padilla es enfermero y rastreador del distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir
Jorge Padilla es enfermero y rastreador del distrito sanitario Córdoba-GuadalquivirLa RazónLa Razón

«Fuera me protejo, pero en casa no hay peligro». Esta frase, que hemos podido escuchar en alguna que otra ocasión, es un engaño más de los muchos que están proliferando y una de las causas de esta segunda ola de coronavirus. Así lo asegura Jorge Padilla, rastreador del distrito Córdoba-Guadalquivir, quien relata a LA RAZÓN su labor diaria, reconociendo que «no hemos concienciado de que el problema de los contagios está en estos momentos en el hogar». Padilla es enfermero y cada día se pone en contacto con decenas de personas que han dado positivo por Covid-19, con sus familiares y con personas que han estado en su entorno más cercano. Asegura que desde el inicio de la pandemia el perfil de los contagiados ha variado. «En la primera ola, que a todos nos pilló fuera de juego, el perfil era muy diverso, en verano eran más jóvenes y ahora vemos que la población cada vez es de mayor edad».

No obstante, pone el acento en que, ahora, «sabemos protegernos y guardar la distancia en el exterior», pero en los hogares no porque «es complicado ponerse la mascarilla y distanciarse de los familiares». En este sentido, valora positivamente la limitación de las reuniones familiares y sociales, aunque advierte de que «contagios hay en todos los sitios, tanto en el trabajo como en los colegios y en los bares». Pero, numéricamente, las estadísticas son «desproporcionadas» porque «estamos hablando de un 80 por ciento de contagios en los hogares y un 20 por ciento en el resto de escenarios».

Padilla explica que, en el momento que una persona da positivo en la prueba PCR o en el test de antígenos, se le comunica y «dejamos que asimile la noticia». Luego, se le da unas instrucciones sobre cómo hacer el aislamiento. «Tiene que adecuar su vida a un nuevo tiempo, marcado por las instrucciones que dicta el Ministerio de Sanidad, se tiene que separar de todos sus familiares y le pedimos que haga memoria y nos diga las personas con las que ha estado en contacto en las últimas 48 horas». Este trámite se hace a través de correos electrónicos y se codifican los contactos para no perder la trazabilidad. Las pruebas se hacen tanto a los familiares como a las personas cercanas.

La reacción ante la noticia de ser positivo también ha ido evolucionando. «Al principio era de terror y sorpresa. Ahora, si ya tienen síntomas, se imaginan que van a dar positivo y la reacción es mucho más natural». Sin embargo, existe preocupación y empiezan a surgir pensamientos del tipo «qué pasará conmigo». «La mayoría colabora y se preocupa más por las personas que han podido contagiar», señala, aunque también hay un grupo más reacio que «dice que la prueba está mal hecha y nos abroncan por cómo está la sanidad».

En cuanto al protocolo que hay que seguir en casa cuando se comunica el positivo, Padilla insiste en la diferencia entre aislarse y confinarse. «El confinamiento lo entendimos todos, que era encerrarnos y seguir conviviendo con nuestros familiares. Ahora no. El positivo se tiene que aislar de sus familiares». Por tanto, «debe estar en su habitación y utilizar un baño propio. Nos encontramos con pisos pequeños y familias numerosas con un nivel económico bajo, entonces intentamos distribuir la casa. Nuestro trabajo también es el de amoldar el protocolo de aislamiento a casa hogar».

Padilla considera «proporcionadas» las medidas que se han ido tomando para controlar la pandemia, aunque considera que las puramente sanitarias «debieron llegar antes». Es consciente de que hay que tener en cuenta otros elementos, como la economía. «Puedes cuidar la salud de una parte de la población, pero puedes acabar matando a otra parte si hundes la economía».

Ante la posibilidad de llegar al pico de marzo

Padilla ve posible que alcancemos el pico de hospitalizados por coronavirus al que se llegó el pasado mes de marzo en Andalucía si las medidas que se están implementando no surten efecto. No obstante, reconoce que «sabemos más del virus y estamos más preparados». «El coronavirus nos sorprende cada día más, tiene mucha contagiosidad», advierte, no sin antes señalar que nos encontramos en un «punto de inflexión», justo en la segunda ola de la pandemia. Si las restricciones no dan resultado, «es posible que lleguemos al pico de marzo».