Tribunales

El Supremo absuelve a un indigente al que dos policías acusaron de traficar y pegarles

Considera que hay “muchas dudas” sobre el atestado de los agentes, que han sido investigados por presuntamente inventarse el suceso

pobreza indigencia en las calles
La emergencia en el ámbito de la vivienda ha sido una de las prioridades a atender por parte de las entidades del tercer sector social durante la pandemiaEnric FontcubertaAgencia EFE

El Tribunal Supremo ha absuelto a un indigente que fue condenado a nueve años y tres meses de cárcel por traficar con droga y agredir a dos policías nacionales, al ratificar que hay “muchas dudas” sobre el atestado de los agentes, quienes de hecho han sido investigados por presuntamente inventarse el suceso.

En una sentencia fechada el 3 de marzo a la que ha tenido acceso Efe, el Supremo desestima el recurso de casación interpuesto por los funcionarios policiales y confirma la sentencia dictada el 4 de abril de 2019 por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que revocó el fallo inicial de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla.

Este último tribunal, en una sentencia del 23 de noviembre de 2018, dio por bueno el atestado, castigó al presunto traficante por atentado, lesiones, tenencia ilícita de armas y un delito contra la salud pública y lo condenó a indemnizar a un agente con 6.335 euros y a otro con 900.

El TSJA, sin embargo, halló “muchas dudas” sobre el relato de los agentes, que fue “gravemente cuestionado” por el departamento de Asuntos Internos, hasta el punto de que la Fiscalía acabó denunciándolos y existe una investigación judicial contra ellos.

Así lo recuerda el Supremo, que cita un informe de Asuntos Internos según el cual el acusado se dedicaba a “registrar cubos de basura” o ser aparcacoches, “un estilo de vida que choca con la tenencia de tal variedad y cantidad de estupefacientes, de un valor de miles de euros, que portaba a las cuatro de la madrugada sin protección alguna”.

La Audiencia Provincial consideró probado que a esa hora del 1 de mayo de 2017 iba el hombre por Los Pajaritos, en Sevilla capital, cuando los policías le dieron el alto, momento en el que huyó y abandonó una mochila en la que, entre otros objetos, había una caja con cocaína, heroína o cannabis.

El encausado se metió en un portal y allí golpeó y encañonó a un agente con una pistola, mientras que el segundo policía, tras otro forcejeo, pudo quitarle el arma, que había detonado “pero sin arrojar la bala por su mal estado”, según la versión recogida en el atestado y después en la sentencia de la Sección Tercera.

El TSJA estimó el recurso de apelación del acusado y lo absolvió de todos los delitos al considerar que no había quedado “suficientemente acreditado” que “realizara los referidos hechos ni que portara las sustancias o armas”.

El Supremo, en respuesta al recurso de casación de los policías, resalta que el atestado “ni siquiera” fue ratificado en el juicio y que el TSJA apreció “una pluralidad de puntos débiles (...) que hacen aflorar serias y razonables dudas” sobre los hechos.

En los guantes que supuestamente llevaba el acusado cuando atacó al primer agente, por ejemplo, la Policía Científica sólo detectó ADN de los dos funcionarios, pero no halló residuos de disparo ni en las manos ni en las mangas del detenido.

Los peritos también confirmaron que las “reducidas dimensiones” de la pistola contrastaban con la “importante herida” que presentaba el agente, al que se le intervino una llamada el 2 de julio de 2017 en la que decía a su hermana que “estaba de baja porque corriendo detrás de un ‘notas’ se cayó y se hizo una brecha”.

El Supremo califica los argumentos del TSJA como “lógicos y coherentes” y confirma que “son muchas las dudas” sobre la posesión de la droga o “las lesiones sufridas por los agentes”.