"El bloc"

Dos de los mejores

“Disfrutaron del merecido rédito sin necesidad de mendigar unas migajas de lo incautado al contribuyente”

La pintora Carmen Laffón, recientemente fallecida
La pintora Carmen Laffón, recientemente fallecidaRaúl CaroAgencia EFE

Tres días después del entierro de la pintora Carmen Laffón, una treintena de poetas de varias generaciones se reunía en el Círculo de Labradores de Sevilla para homenajear al recientemente fallecido escritor Aquilino Duque. Si en alguna ocasión se justifica el empleo de la mayúscula en la palabra Cultura, malbaratada en los diversos pesebres –municipios, diputaciones, comunidades autónomas y hasta un ministerio…–, es para despedir a estos dos gigantes que, excusarán la impertinencia los intelectuales orgánicos, jamás necesitaron arrimarse a la teta pública para ganarse –muy bien– la vida, y también la inmortalidad, gracias a su talento. Se echaron un buen día a la calle con su pluma o su pincel, su obra cautivó a muchísima gente y disfrutaron del merecido rédito sin necesidad de mendigar unas migajas de lo incautado al contribuyente. ¡Bendito mercado! Fueron liberales, que es como decir libres, en el sentido pleno de la palabra: fueron, o sea, lo único que puede ser un artista sin abandonar tal condición para devenir en perro faldero. Las comparaciones son siempre odiosas y aberrantes en ocasiones, así que ahorraremos al lector el sofocón de recordarle otros nombres que, de todos modos, seguro que le vienen solos a la cabeza. El otoño se nos ha llevado a dos de los mejores paisanos, encarnaciones puras de la voz y de la luz de Andalucía. De la Andalucía buena, se entiende, la que no necesita membretes ni chupatintas ni tópicos ni subsecretarios ni arrimados ni trincones ni contadores de chistes malos ni estúpidos retruécanos identitarios para reivindicarse como una tierra pródiga en genios, desde Velázquez a Laffón y desde Machado a Duque: ninguno de los cuatro pilló nunca una subvención de la consejería para jóvenes creadores, mira tú qué cosa más rara…